
Tlacolula de Matamoros, un pintoresco pueblo mexicano situado en la región de los Valles Centrales, es un mimo al alma de quienes aman la arqueología y la historia. Y es que este pueblo de Oaxaca, declarado Patrimonio de la Humanidad por Unesco, esconde entre sus calles empedradas y sus coloridos mercados una riqueza cultural que cautiva a todo aquel que tiene la suerte de visitarlo.
Con su completo mercado dominical y su rica tradición religiosa, este pueblo oaxaqueño es un destino no sólo bello, sino interesante y absolutamente enriquecedor.

Yagul: el centro rector Patrimonio de la Humanidad
Una de las maravillas que hacen de Tlacolula de Matamoros un destino imperdible es Yagul: antiguo centro rector que emergió tras el declive de Monte Albán situado en el Valle de Tlacolula. declarado patrimonio de la humanidad en 2010. Este sitio arqueológico ofrece impresionantes estructuras y edificios distribuidos en diversos planos siguiendo la pendiente del cerro.
A poca distancia de Yagul se encuentra Mitla, otro conjunto de vestigios arqueológicos prehispánicos también considerados patrimonio de la Humanidad. Este destino comprende una serie de cuevas prehistóricas y refugios rocosos que revelan la vida de los primeros agricultores sedentarizados en la región.
Además, en estos refugios se han encontrado restos arqueológicos y vestigios de arte rupestre, incluyendo semillas de cucurbitáceas y fragmentos de espigas de maíz testimonio de la domesticación de plantas en la América Septentrional.
Otro punto destacado de Tlacolula de Matamoros es el majestuoso Templo de la Asunción, que data del siglo XVI. Este impresionante edificio colonial, construido con piedra y mezcla, es un ejemplo sobresaliente del barroco mexicano y alberga una rica colección de arte religioso. Toda la decoración de esta increíble capilla fue realizada en el siglo XVI, lo que permite apreciar la pasión y el valor que representaba para aquellos hombres el aspecto religioso de la vida y el mundo.

Mercado tradicional de Tlacolula
En este pueblo de Oaxaca, no todo es historia. También hay una admirable vida contemporánea que se manifiesta en su famoso mercado dominical. El Mercado de Tlacolula cada domingo se convierte en el corazón palpitante de la comunidad. Desde tempranas horas, la calle principal y sus alrededores se llenan de vendedores y compradores que provienen de todas partes para participar en esta tradición ancestral.
Además, los visitantes pueden encontrar una amplia variedad de productos, desde alimentos frescos y preparados hasta artesanías locales y productos de intercambio. Los aromas tentadores de la comida tradicional oaxaqueña llenan el aire. Delicias como las tlayudas, el chocolate en agua, las enfrijoladas y la barbacoa de chivo se ofrecen en los diversos puestos.
Por último, el mercado ofrece una gran selección de productos artesanales, como cerámica, textiles y joyería, perfectos para llevar a casa como recuerdo de su visita a este encantador pueblo.