
Existen dos tipos de viajeros: los que planifican cada detalle y los que prefieren dejarse llevar por el momento. Yo me identifico con los primeros porque me gusta aprovechar todo lo un destino tiene para ofrecer. Sin embargo, reconozco que la planificación excesiva puede resultar agotadora. Por eso admito la espontaneidad del segundo grupo; a veces, lo único que necesitamos es un boleto de avión, una cama mullida y una tumbona en la playa.
El creciente interés por la salud mental y física, está revolucionando la industria del turismo y poniendo en la palestra nuevos movimientos. El turismo de bienestar, que va desde retiros en la selva hasta estancias en spas de lujo en Bali, ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años. Los números lo confirman: conforme a datos publicados por Grand View Research, este nicho alcanzó un valor de USD 814 billones en 2022, lo que representa un aumento interanual de unos 249,40%. Por su parte, el Global Wellness Institute asegura que “se espera que este mercado genere muchos más viajes que el turismo general en los próximos años”.
Naturalmente, esta tendencia está entrelazada con el diseño de experiencias que buscan nutrir el cuerpo, la mente y el espíritu. La oferta incluye talleres creativos de escritura, música o baile, terapias alternativas como la acupuntura y la reflexología y encuentros de yoga, meditación y reiki.
En Centroamérica, cuna de destinos conocidos por su ambiente relajado, existen diversas opciones para revisitar o darle un chance al turismo de bienestar. La Coralina Island House, ubicada en Bocas del Toro, Panamá, es un claro ejemplo de ello. Su agenda siempre está llena de actividades relacionadas con el autoconocimiento y la medicina alternativa. Este septiembre, el hotel sorprende con la segunda edición de un retiro que le agrega un ingrediente interesante a la mezcla: la astrología.
Retiro de Astrología Vivencial en Panamá


El turismo de bienestar no deja atrás la mente. El Retiro de Astrología Vivencial de La Coralina Island House tampoco. De la mano de la terapeuta argentina Isabella Furlotti, los participantes explorarán cómo los astros y los planetas influyen en sus vidas. “Este lenguaje sagrado es una maravillosa herramienta de autodescubrimiento. Una brújula que nos guía para conectar con quien verdaderamente somos en nuestro presente», dice Furlotti, astróloga humanista, terapeuta de constelaciones familiares y especialista en psicología transpersonal con más de 20 años de experiencia.
Otro de los atractivos del retiro es la oportunidad de conocer la carta natal. Dado que esta propuesta es más minuciosa que otras, los huéspedes experimentarán esta práctica de una forma más vivencial y aprenderán cómo utilizarla en sus vidas diarias. Tal como apunta Furlotti, “la posición de los planetas en la carta [nos] dan pistas para reconocer cuáles son” nuestras formas de “desear”, abrirnos a los demás, comunicar, “dar y recibir afecto” y “de encontrarle sentido a la vida”.
El programa, delineado por Gustavo Villamor, director de bienestar de La Coralina Island House, también contempla ejercicios y terapias corporales, prácticas chamánicas, meditaciones, visualizaciones y técnicas de respiración. Las experiencias serán realizadas en los diferentes escenarios del establecimiento a lo largo de cuatro días (del 25 al 29 de septiembre).
El valor de la Habitación Superior para una persona es de USD 2.600, mientras que el de la Base Doble es de USD 2.130 por persona. Además del acceso a toda la programación del Retiro de Astrología Vivencial, ambas opciones incluyen el traslado desde el aeropuerto de Bocas del Toro, acceso al spa, la piscina, el gimnasio y el beach club, así como todas las comidas principales. Introspección, mentes afines y alrededores naturales: ¿qué más se puede pedir?
Un lugar poco conocido
Bocas del Toro es una joya escondida que le está pisando los talones a los destinos caribeños más conocidos como Punta Cana y Cancún. Ubicada a 45 minutos en avión de la Ciudad de Panamá, el territorio de Bocas del Toro está dividido en dos partes.
De acuerdo con la oficina de turismo del país, el lado continental es conocido por sus “áreas protegidas como el Parque Internacional La Amistad”. Además, es el hogar de los Naso Tjër Di, una comunidad indígena que reciben a los turistas en sus aldeas y les enseñan sus costumbres. Mientras tanto, sus tres islas, Colón, Carenero y Bastinamentos, forman un archipiélago que es ideal para hacer snorkel y tantear la fuerza de las olas del Caribe.