
“Viajar es vivir”, dijo alguna vez Hans Christian Andersen, autor de La sirenita y La reina de las nieves. Y, en un mundo donde la prisa y la inmediatez dominan nuestras vidas, esta frase cobra aún más relevancia.
Nos hemos acostumbrado a visitar lugares nuevos solo para sacar una foto o grabar un video y olvidamos lo más importante: disfrutar del momento en sí mismo. Afortunadamente, los viajes en carretera están volviendo al ruedo y podrían ser la cura para esos síntomas. Europa, por citar un continente, ofrece cientos de rutas fantásticas que, aunque son populares entre los lugareños, merecen ser conocidas y recorridas por más viajeros. Estas son algunas de nuestras favoritas para esta temporada de verano.
Ámsterdam: qué hacer en la capital neerlandesa
Mapa en mano y pie en el acelerador
Ruta romántica, Alemania
Conocida por los germanos como “Romantische Straße”, este recorrido de más de 460 kilómetros de largo atraviesa algunos de los parajes más encantadores de Baviera y Baden-Württemberg.
En el camino te encontrarás con 29 ciudades y pueblos en donde las huellas del pasado se mantienen bellamente conservadas. En Rothenburg ob der Tauber, por ejemplo, podrás disfrutar de Marktplatz, la plaza mayor, y de las típicas casitas de entramado del callejón Plönlein. Si viajas desde el norte hacia sur, te encontrarás con el famoso castillo de Neuschwanstein, conocido por sus excéntricos detalles arquitectónicos y vista de los Alpes bávaros.
Ruta amalfitana, Italia
Declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1997, la Ruta Amalfitana es un viaje de ensueño que te lleva por la carretera SS163, a lo largo de la costa sur del Giardino d’Europa.
Cada centímetro de este camino serpenteante ofrece una vista privilegiada de los acantilados y caseríos que caracterizan a la zona del mar Tirreno, pero Positano y Amalfi son los dos de los destinos más populares. Si buscas una experiencia más auténtica y relajada, alquila una scooter y tómate unos diez días para visitar Ravello, Atrani y Fiordo de Furore.

Círculo dorado, Islandia
No todos los buenos planes están encerrados en Europa occidental. Al este del continente, en Islandia, puedes encontrar paisajes impresionantes en el Círculo Dorado.
“Círculo Dorado” suena como un nombre adecuado para una película de acción, pero no es más que una aventura a través de las atracciones más conocidas del país. Estamos hablando del Parque Nacional Þingvellir, hogar del área geotérmica de Geysir, cuyo géiser Strokkur lanza chorros de agua de hasta 20 metros de altura cada cinco minutos, y la cascada de Gullfoss, que en la época vikinga fue asociada con espíritus sagrados.
Ruta del vino de Alsacia, Francia
En Europa no pueden faltar las rutas gastronómicas y la del vino de Alsacia no puede ser más ideal para aficionados de esa bebida.
Como muchos otros, la región se puede recorrer de norte a sur en auto, pero ir pedaleando con el viento en la cara y el sol calentando la piel es mucho más emocionante. Además, los paseos en bicicleta obligan a tomarse el tiempo para conocer de primera mano las técnicas que los viticultores utilizan para lograr un producto de renombre mundial.
SlowUp 2024
Si te apetece andar en bicicleta, en patines o a pie por la campiña francesa, quizás quieras echarle un vistazo a SlowUp.
Se trata de un evento gratuito en el que los participantes hacen la Ruta del Vino y disfrutan de distintas actividades organizadas por los municipios participantes. La próxima edición, que será la número diez, comenzará el 2 de junio e irá de Dambach-la-Ville a Bergheim.
Ruta del Atlántico salvaje, Irlanda
A menudo denominada como la “ruta más misteriosa de Irlanda”, este es uno de los caminos costeros más extensos del mundo.
Playas, acantilados y parajes que preservan costumbres de antaño, la Ruta del Atlántico Salvaje es una forma única de conocer a fondo las mejores cosas que Irlanda tiene para ofrecer. Para los amantes de la naturaleza, los acantilados de Slieve League, el Parque Nacional de Connemara y la península de Dingle son un must. Incluso si no te gusta el senderismo, ¿quién podría decirle que no a los paisajes más espectaculares y dramáticos que jamás hayas visto?
Me quedé en el primer hotel Mandarin Oriental de Grecia en Mesene. Te cuento cómo fue la experiencia