Argentina es el país de la carne, no hay dudas. Tradición de gauchos y pampas vastas, animales varios al asador y paciencia, mucha paciencia. El turista que llega a Buenos Aires busca sumergirse en esa mística y las opciones no faltan jamás: parrillas de todo estilo, premium o de barrio, días de campo, experiencias de cocina.
El éxito del ideario gauchesco, especialmente entre viajeros, no decrece con el tiempo. Vende, tracciona, cumple. Aún con esto en cuenta, el Palacio Duhau Park Hyatt -uno de los hoteles más importantes de la región- decidió salirse del libreto y transformar uno de sus restaurantes en una propuesta 100% plant-based. Dos años después, Gioia Cocina Botánica ya es un clásico.
¿Viajas a Argentina? Te comparto unos tips para entender «cómo pagar» ante la crisis económica

La idea de dar tal volantazo vino de la mano de dos cocineros jóvenes, lógicamente. Julián Galende y Kenyi Heanna tomaron un espacio correcto y algo falto de identidad para llenarlo de frescura y una visión clara. Las tendencias por la cocina vegana ya comenzaban a resonar por las calles de Buenos Aires, pero jamás en hoteles cinco estrellas, aún enfocados en fuegos y carnes. La audacia del equipo del Palacio Duhau, hoy encabezado por Matías Rouaux y Juan Simonte, es aún una novedad en el sector.

En estos dos años las cartas fueron cambiando, los platos rotaban y el servicio se pulía. Hoy Gioia funciona mejor que nunca, con el espíritu innovador intacto pero mucho camino recorrido, que siempre viene bien. Las creaciones parten de materias primas del reino vegetal o fungi: verduras, frutas, hongos, granos, raíces. Nada aburre ni intenta imitar productos cárnicos, olvídense del falso chorizo o la panceta vegana. En cambio, hay investigación y desarrollo, hay originalidad. Cocina plant-based para todos, veganos y omnívoros.
La carta
El restaurante del Duhau abre todos los días desde las 12.30 hasta las 23.30hs. Ofrecen almuerzo, cena y unos snacks para la tarde.
El menú de noches y mediodías se divide en cereales y legumbres, hongos y vegetales. Hay arroces, quínoa y polenta; shiitakes en tempeh, melena de león a las brasas y paté fungi; pastas, sopas y platos construidos con verduras. Nuevamente, no hay intentos de disfrazar productos: la zanahoria es zanahoria, el kale es kale. La transformación de las materias primas sigue una búsqueda genuina de sabores y texturas.

Para la tarde, churritos de papa, chipá relleno o tostadas con crema de cajú. Si la merienda tiene que ser dulce, hay tortas, alfajores o galletas donde no se extraña la presencia de lácteos o grasas animales. El equipo de pastelería del Palacio es sólido en todas sus versiones, la plant-based no es excepción.
Para los que quieren una velada menos formal o buscan un plan de atardecer, Gioia ofrece los Martes Botánicos: DJ Set en los jardines, tapeo de pequeños platitos para manotear y cócteles con Bosque Gin, una de las etiquetas del destilado más importantes de nuestro país, traído directamente de la Patagonia.