
Para mí, es imposible no comprar algún tipo de souvenir cuando voy a un lugar nuevo. Ya sean imanes para la heladera, llaveros con forma de atracciones famosas o adornos para la mesa de centro… ¡Cómo me encantan todos esos ornamentos! Irónicamente, con el tiempo, mis gustos han evolucionado y ahora también me inclino por aquellos artículos que realmente son útiles en el día a día y por productos gastronómicos como las mermeladas y las conservas.
Algo de lo que también me he dado cuenta al descubrir el mundo es que es difícil elegir el souvenir perfecto. Sí, un tarjetero o una bolsita para las monedas es suficiente para un conocido, pero a mí me gusta ser un poco más reflexiva. En Argentina, por ejemplo, he visto todas las chucherías habidas y por haber: medias con la cara Messi, pósters de Soda Stereo y stickers de la Ruta 40. No me malinterpretes, no hay nada malo con eso, pero, como me gusta ir un paso más allá, me propuse recorrer algunos de los destinos más célebres del país a través de sus recuerdos más autóctonos.
Lo mejor del sur: tradiciones, una nota dulce y brindis de altura
Hay muchas cosas típicas de Argentina que me gustaría llevarle a las personas que conozco: una medialuna de manteca, dos empanadas de humita, tres gotas de pasión y un toque de su camaradería. No obstante, como sé que se estropearían en la valija o es imposible guardarlas en una bolsa de regalo, aquí van cuatro clásicos de Buenos Aires, Mar del Plata, Bariloche y Mendoza que son mucho mejor que una miniatura del Obelisco.
Buenos Aires: la capital del cuero
Un subproducto de la actividad ganadera en Argentina y, cómo no, del tradicional asado son los artículos de cuero. De hecho, cada vez que camino por Florida, un pasaje peatonal que está ubicado en el barrio de San Nicolás, escucho gente diciendo “fábrica de cueros” y veo cómo ofrecen tarjetas con el nombre del negocio para el que trabajan.


En esa zona del microcentro porteño, El Boyero es una gran parada. Su tienda, que está en el primer nivel del centro comercial Galerías Pacífico, cuenta con una variada selección de marroquinería, así como de platería de alpaca, mates, ponchos, sombreros y otros artículos para completar el look gauchesco. Un poco más al norte están Arandú (Paraguay 1259), una talabartería familiar fundada en 1987, La Curtiembre (Libertad 1192), que se especializa en cuero vacuno curtido al vegetal, y Las Tres O (Libertad 1244), que tiene más de 40 años de experiencia en ese mercado.
Más allá de las canchas: un recorrido futbolero por Buenos Aires
Mar del Plata: tan dulce como los alfajores
Cuando estaba en la universidad trabajé en un proyecto que me permitió familiarizarme con la ciudad de Mar del Plata y su importancia como destino turístico. Uno de mis hallazgos fue que las vacaciones en la Costa Atlántica son sinónimo de mi tentempié argentino preferido: los alfajores. Nunca he tenido la suerte de visitar la Ciudad Feliz, pero, no te preocupes, porque conozco muy bien su lado más dulce.
Me veo en la obligación de empezar esta sección con Havanna, una empresa argentina reconocida a nivel internacional. Si bien es la más comercial, tiene sucursales en todas las esquinas y sus cajas con distintos tipos de alfajores son ideales para regalar. Mis favoritos son, sin dudas, los de chocolate amargo y la edición especial con extra de dulce de leche y sal marina que fue lanzada el verano pasado como un homenaje a Mar del Plata.
Ahora bien, pasemos a las opciones más novedosas. El alfajor de mousse de chocolate al licor de Milagros del Cielo (Diagonal Pueyrredón 2910) se llevó todos los aplausos y laureles en el Mundial del Alfajor de 2022. Eso significa que vale la pena llevarse una (o varias) cajas a casa de la marca creada por Fabiana Ocaranza.
Los T’puales (avenida Libertad 6498), por su parte, tienen el mejor alfajor de chocolate negro, de acuerdo con la edición de 2023 del mismo certamen. También he probado los que están cubiertos con chocolate semi amargo de Bocana (Peatonal San Martín 2495) y debo decir que son muy ricos. Si tienes dudas, siempre puedes visitar la Peatonal San Martín, uno de los íconos de la ciudad, y probar antes de comprar tus souvenirs (esa es, definitivamente, la mejor parte de cualquier experiencia de compra).
Bariloche: vistas y chocolate decadente
En marzo viajé a Bariloche con mis padres y no está de más decir que me llevé una gran sorpresa con sus impresionantes paisajes naturales, su cielo nocturno y el azul intenso del lago Nahuel Huapi. Además de explorar los cerros Catedral y Tronador, tenía muchas ganas de patear la calle Mitre; no podía irme de allí sin probar los chocolates barilochenses.
El helado de chocolate de Rapa Nui (Mitre 202), que se ubicó en el puesto número 29 de la lista “100 lugares de postres más legendarios” de Taste Atlas, y los bombones de Mamushka (Mitre 298), con rellenos como frambuesa, pistacho y corazón de cassis, son mis favoritos. Otras tiendas que vale la pena visitar son Delturista (Mitre 239), Chocolate Patagónico (Mitre 150), El Reino de los Chocolates (Mitre 301) y Delicias (Mitre 281).
Mendoza: donde el vino agrada y el agua enfada


Desde el malbec hasta el torrontés, Argentina posee un vasto espectro de vinos que maridan a la perfección con los asados domingueros. Pero, cuando se trata de viticultura, Mendoza, la provincia más cultivada del país, es la ganadora indiscutida. Dicho esto, ¿qué mejor memento que visitar las bodegas más codiciadas y llevarse un par de botellas para disfrutar una vez que volvamos a nuestra rutina diaria?
Los productos de la Bodega Catena Zapata, cuyos viñedos fueron nombrados los mejores del mundo en 2023 por World’s Best Wineyards, pueden ser adquiridos en tiendas como Casa de Vinos y WINEMENDOZA. Además, dispone de tres experiencias turísticas (The Blending Games, Wine & Music y La Familia es Todo), que incluyen un recorrido por la bodega familiar, conocida como La Pirámide, así como una degustación de algunos de sus malbecs y chardonnays.
El Valle de Uco, la principal zona vinícola de la región, debe parte de su historia a Rutini Wines, una de las primeras bodegas en establecerse allí. Aunque sus instalaciones no están abiertas al público, su tienda online ofrece un extenso catálogo en el que los amantes de esta bebida pasaron horas buscando el regalo perfecto.
Otra bodega que destaca en el Valle de Uco es DiamAndes. Esta última ha abrazado el enoturismo y lo ha integrado a su propuesta a través de experiencias como la Degustación Premium. Tintos de alta gama, quesos regionales, uno de sus secretos más preciados y una vista privilegiada de la Cordillera de Los Andes; ¿qué más se puede puede pedir en un viaje a la Argentina?