
¿Qué es lo que convierte a un pueblo, comunidad o localidad en Pueblo Mágico? ¿De qué depende esta distinción y qué implica? Porque en México este calificativo es mucho más que un adjetivo al azar: se trata del programa de la Secretaría de Turismo que reúne a aquellos lugares en los que cultura, pasado e identidad se perciben de manera inequívoca y tangible.
Instituidos desde 2001, en la actualidad la nómina de Pueblos Mágicos asciende a 177, luego de que en 2023, 45 nuevos Pueblos se sumaran a la lista. El proceso de selección no solo requiere de belleza autóctona: cada Pueblo Mágico se compromete a cumplir con un número de criterios de preservación y de calidad de servicio. A cambio, la promoción del turismo tanto local como internacional devuelve con justicia el encanto de estos lugares, de su identidad y de sus habitantes.

Cómo se elige un Pueblo Mágico
Por su historia y patrimonio cultural
- Herencia histórica: un Pueblo Mágico debe poseer una rica historia que refleje la diversidad cultural y las tradiciones arraigadas en la región. Lugares con monumentos históricos, vestigios arqueológicos o una narrativa cultural única tienen más posibilidades de ser seleccionados.
- Arquitectura tradicional: las calles empedradas, las casas coloridas y los edificios coloniales son características distintivas que se valoran al elegir un Pueblo Mágico. La preservación de la arquitectura tradicional es fundamental para mantener la autenticidad y el encanto del lugar.
- Manifestaciones culturales: la celebración de festividades locales, danzas tradicionales, música folclórica y otras expresiones culturales son aspectos que enriquecen la experiencia del visitante y contribuyen a la identidad única de un Pueblo Mágico.
Por su oferta turística y servicios
- Atracciones Naturales: La presencia de paisajes impresionantes, como montañas, cascadas, lagos o playas, es un factor determinante en la selección de un Pueblo Mágico. La belleza natural del entorno añade valor a la experiencia del viajero y promueve el turismo sustentable.
- Gastronomía Local: La cocina regional es un aspecto fundamental de la identidad de un Pueblo Mágico. La variedad de platillos típicos, ingredientes locales y tradiciones culinarias contribuyen a enriquecer la oferta gastronómica y a satisfacer los gustos de los visitantes.
- Alojamiento y Servicios Turísticos: La disponibilidad de hospedaje de calidad, restaurantes, tiendas de artesanías y servicios turísticos como guías locales, tours y actividades recreativas son aspectos que se consideran al evaluar la infraestructura turística de un Pueblo Mágico.

Desarrollo sustentable y comunitario, otros requisitos indispensables
- Conservación del entorno natural: el compromiso con la preservación del medio ambiente y la adopción de prácticas sostenibles son aspectos que se valoran al elegir un Pueblo Mágico. La conservación de los recursos naturales y la biodiversidad contribuyen a garantizar la viabilidad a largo plazo del destino.
- Participación comunitaria: el involucramiento activo de la comunidad local en la promoción y el desarrollo turístico es fundamental para el éxito de un Pueblo Mágico. La colaboración entre autoridades, empresarios y habitantes es clave para impulsar iniciativas que beneficien a la comunidad y al turismo.
- Promoción y difusión cultural: la difusión de la identidad cultural y las tradiciones locales a través de eventos, ferias, festivales y actividades culturales es esencial para fortalecer el atractivo de un Pueblo Mágico y atraer a un mayor número de visitantes.
El Programa de Pueblos Mágicos destacó por varios años la riqueza cultural y patrimonial de México, atrayendo a turistas de todo el mundo. Su éxito sobrepasó fronteras y varios países han buscado asesoramiento a la Secretaría de Turismo mexicana para implementar programas similares en sus territorios.