Es una de las calles más hermosas de España y debes visitarla una vez en tu vida
Cádiz tiene una de las calles más lindas de España (Pixabay)

La ciudad de Cádiz, al sur de España, alberga una de las calles más hermosas del país. Se trata de un pintoresco rincón empedrado ubicado en el corazón histórico de la ciudad, cuyo nombre evoca magia y misterio.

La arquitectura tradicional andaluza se mezcla con una sensación de encanto y enigma en este callejón. Al adentrarse en él, los visitantes se sumergen en un mundo de pequeñas tiendas, bares acogedores y fachadas encaladas, creando un escenario digno de un cuento de hadas.

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Una de las calles más hermosas de España está en Cádiz (Gentileza: Pexels)

Callejón del Duende, una de las calles más hermosas de España en el centro de Cádiz

La calle en cuestión es el Callejón del Duende. Es la más estrecha de toda Cádiz y se encuentra en el Barrio del Pópulo. Antiguamente, desembocaba en la plaza de Fray Felix, pero más tarde fue cerrada y quedó sin salida.

Su forma es curva, como la mayoría de las calles de la zona, con el objetivo de combatir el viento. Se encuentra cerrado al tránsito y sus paredes están decoradas con llamativos colores. Hay quienes tiran monedas al pasar por el lugar para asegurarse buena suerte a lo largo del año.

Ya sea durante el día, cuando la luz del sol ilumina sus rincones, o durante la noche, cuando el misterio se intensifica, esta calle se convierte en un destino que atrae a muchos turistas que buscan una experiencia auténtica y bien local en esta encantadora ciudad de España.

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Esta es una de las calles más hermosas de España (Gentileza: Caleteron – Wikimedia Commons)

Las leyendas detrás del Callejón del Duende, la calle más bonita de Cádiz

Alrededor de la calle circulan varias leyendas. Una de ellas cuenta que era frecuentada asiduamente por contrabandistas que hacían negocios aprovechando su oscuridad y estrechez. El más popular de ellos era apodado «El Duende», y de ahí su nombre actual.

Otra de las historias relata que, durante el ataque de los franceses, un soldado se enamoró de una gaditana y usaban este callejón para expresar su cariño a escondidas. Tras ser descubiertos, él fue asesinado y ella murió un tiempo después. Sin embargo, en el barrio aseguran que siguen viendo sus figuras.

A raíz de este último mito, algunos vecinos colocan velas y flores en memoria de la pareja. Además, sentado en una de las macetas del lugar, hay una estatuilla con forma de duende a quien las personas guiñan un ojo, ya que, según aseguran, brinda buena suerte.