
Brasil, el gigante sudamericano, posee un litoral de más de 7 mil kilómetros de largo donde abundan las playas para todos los gustos. Las más célebres sobresalen por su ambiente animado, música, partidos de fútbol espontáneos, venta de biscoito de polvilho y el tentador aroma del queijo coalho asándose en hornos portátiles. Otras, como Lagoinha do Leste, en Florianópolis, son algo más recónditas, y, por eso mismo, albergan ecosistemas que son tan ricos como sorprendentes.
Las playas de la ciudad de Río de Janeiro, como Ipanema y Copacabana, forman parte de la cultura popular brasileña y han sido reconocidas a nivel internacional en numerosas ocasiones. Por ello, no es de extrañar que los cariocas hayan celebrado la incorporación de Grumari, Prainha y Reserva al selecto grupo de playas con Bandera Azul. Este distintivo, que garantiza una calidad premium, asegura un entorno limpio y seguro para todos sus visitantes y pone de manifiesto la importancia del turismo sostenible.
¿Qué hacer en Río de Janeiro? Playa, naturaleza, comida y más
Tres playas con Bandera Azul cerca de Río de Janeiro
El ambiente pacífico de Grumari, calificada por primera vez como playa con Bandera Azul, contrasta con las zonas turísticas de Brasil y ofrece un escape del bullicio de la ciudad. Ubicada cerca de Barra de Guaratiba, a una hora en auto del centro de Río de Janeiro, es conocida por sus tres kilómetros de arena fina y aguas transparentes.
Los visitantes de Grumari, en su mayoría lugareños, aprovechan el viaje hasta este paraíso para disfrutar de la vegetación que lo rodea, recorrer los senderos naturales y degustar los mariscos en los restaurantes de la zona. Sin duda, es una gran alternativa para aquellos que buscan una experiencia auténtica.
A tan solo 2,8 kilómetros de Grumari se encuentra Prainha. Al igual que Reserva, ha renovado su certificación como playa con Bandera Azul en esta ocasión. Su oleaje moderado la hace perfecta tanto para los surfistas que desean refinar sus habilidades como para familias con niños pequeños. Está rodeada de colinas verdes, lo que contribuye a su atmósfera tranquila y la hace digna de una postal.


Con 8 kilómetros de largo, Reserva es la playa más extensa de las tres. Aunque está más cerca de Río de Janeiro, en Barra de Tijuca, es menos concurrida que sus vecinas famosas. Muchos viajeros recomiendan visitarla en los meses de temporada media y baja (de marzo a mayo y de septiembre a noviembre) para evitar las aglomeraciones y disfrutar de unas iscas de peixe, tiritas de filete de merluza rebozadas y fritas, acompañadas de una auténtica caipirinha brasileña.
Otras playas con Bandera Azul en el estado de Río de Janeiro que vale la pena visitar son las siguientes:
- Azeda (también conocida como Azedinha), Horno y Tucuns, todas ellas en el pueblo de Búzios.
- Lagunas de Caiçara, Arraial do Cabo.
- Peró, Cabo Frío.
- Ubas, Iguaba Grande
- Tranquilo, Niterói.
- Piedras de Sapiatiba, São Pedro da Aldeia.
- Itaúna, Saquarema.
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un símbolo de calidad y protección de la naturaleza
La Fundación para la Educación Ambiental (FEE, por sus siglas en inglés), con base en Dinamarca, es la encargada de otorgar el sello Bandera Azul. Este distingue aquellas playas, embarcaciones y puertos deportivos que cumplen con 34 criterios basados en la calidad del agua, la gestión ambiental, la seguridad y servicios y la promoción de actividades relacionadas con la educación ambiental. Además de evaluar el estado de cada lugar, el objetivo de este programa es promover la importancia del cuidado del medio ambiente en el ámbito turístico.