Este es el único hotel en el que puedes amanecer frente a las Cataratas de Iguazú y disfrutar de un momento romántico a solas antes de que el parque abra sus puertas
Vista aérea de las Cataratas de Iguazú y el Hotel Das Cataratas, a Belmond Hotel. Cortesía: Hotel Das Cataratas, a Belmond Hotel.

Si este paisaje tiene su origen entrelazado a la historia de amor de una pareja joven, ¿podría acaso desistir de su esencia como destino romántico?

Cuenta una leyenda indígena que las Cataratas del Iguazú tuvieron su génesis cuando Naipi, una bella india de la tribu Caigangues, y Tarobá, un guerrero de la misma tribu, se enamoraron y desafiaron la tradición de su comunidad. Naipi estaba prometida a M’Boy, un dios serpiente que gobernaba las aguas del río Iguazú, pero se fugó junto a Tarobá para escapar de su destino. La ira de M’Boy fue tan grande que se arrojó al río, retorciendo la tierra y formando la enorme grieta donde hoy cae el conjunto de cascadas más extenso del mundo.

En 1930, justo en frente a este hito romántico, comenzó a construirse un hotel de estilo colonial portugués, que terminó inaugurándose recién en 1958, luego de un incendio y paralización de obras por la llegada de la segunda guerra mundial.

Desde 2007, el icónico Hotel Das Cataratas está bajo la gestión de Belmond Ltd, empresa propietaria y operadora de hoteles de lujo, trenes legendarios, cruceros fluviales únicos y alojamientos de safari en lugares impresionantes de todo el mundo. Por sus habitaciones han pasado desde Gisele Bündchen y Jackie Chan, hasta la Princesa Diana y David Rockefeller.

Su casco rosado en contraste con el verdor de la vegetación le imprimen al ambiente la paleta de color ideal para relajarse y habitar su espíritu romántico.

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Cómo llegar al Hotel Das Cataratas, en Foz de Iguazú

A poco más de diez kilómetros del ingreso al portal del Parque Nacional Iguazú, en el estado de Paraná, en Brasil, y frente al inicio del Sendero de Las Cataratas, está emplazado este refugio de lujo clásico que invita a vivir una experiencia inmersiva en la biodiversidad de la Mata Atlántica.

Basta con tomar un vuelo de dos horas desde San Pablo o Río de Janeiro hacia el aeropuerto de Foz de Iguazú, el segundo destino más visitado por los turistas en Brasil, y viajar unos 25 minutos en auto. O volar desde Buenos Aires al aeropuerto de Puerto Iguazú y hacer un tramo de una hora con cruce de frontera incluido para llegar a este oasis de 180 habitaciones de estilo portugués.

Las habitaciones más exclusivas son la Junior Cataratas Suite y las tres habitaciones Deluxe con vista a las Cataratas, o las dos suites que tienen jardín y piscina privada. El resto de las habitaciones, como nuestra Junior Suite, conservan el esplendor en su interiorismo mientras miran hacia el horizonte verde que despliega la selva subtropical o a sus exhuberantes jardines interiores.

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Cortesía: Hotel Das Cataratas, a Belmond Hotel.

Cuántos días viajar a Cataratas de Iguazú en pareja

Con un enfoque en el romance, la gastronomía de autor y el bienestar, este destino es ideal para parejas que buscan una escapada única y sofisticada. Dos noches y dos días en Hotel Das Cataratas, A Belmond Hotel, son suficientes para despejarse de la ciudad y conectarse con la pareja en este entorno sereno y natural.

Recomiendo empezar la visita con el tour “Descubre las Cataratas”, una caminata guiada por el Sendero de las Cataratas a primera hora de la mañana, con el parque aún cerrado y los arco iris intermitentes formándose entre las 275 caídas de agua. Es posible disfrutar de la fiereza de la Garganta del Diablo a solas, de la panorámica descomunal que ofrece el lado brasilero, y hasta de la posibilidad de avistar algún yaguareté caminando entre las salientes de las cascadas son experiencias. No hay fórmula más eficaz para el romanticismo que conectar con lo salvaje.

Una vez finalizado el recorrido, regresen para el desayuno buffet y a la carta en el restaurant Ipê, donde hay siete islas para escoger entre panes artesanales, café fermentado, frutas, jugos de frutas en un amplio abanico de colores, pastelería, fiambres y calientes, como huevos revueltos, panceta, batatas, tostones de palta y huevo poché, y una larga lista de propuestas para despertar el cuerpo y sus sentidos.

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Cortesía: Hotel Das Cataratas, a Belmond Hotel.

Entre los servicios del hotel se destaca el préstamo de bicicletas, con las que pueden salir juntos a pedalear por el Parque Nacional. Algunas de las opciones son tomar el Camino del Pozo Negro, que recorre nueve kilómetros a través de la Mata Atlántica y permite disfrutar de la observación de aves; el Sendero del Plátano, un tramo de poco más de un kilómetros de extensión que llega hasta las orillas del río Iguazú, donde se encuentra el Espacio Taupá; o el Sendero Ytepopo, un recorrido deslumbrante a lo largo de las orillas del río Iguazú.

Otra opción es desafiarse a un partido en las canchas de tenis del hotel o simplemente disfrutar del sol y unos cocktails frescos junto a la piscina. Solo deberán acordarse de llevar traje de baño, porque el hotel los recibirá con un par de sandalias brasileñas típicas de regalo y un servicio de toallas, agus refrescantes y un dispenser con protector solar en el solarium.

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Cortesía: Hotel Das Cataratas, a Belmond Hotel.

Escapada romántica al Hotel Das Cataratas

Entre las propuestas más románticas del hotel están los picnics al atardecer (incluyen salmón ahumado, frutas frescas, quesos finos, miel de trufa, panes rústicos y champaña o vino espumoso) en el sitio que prefieran del jardín, o en el último nivel de la torre mirador, el punto más alto del parque, rodeados por una panorámica de las Cataratas y los murales del artista Incerti. Mirar como se dora el paisaje durante la puesta del sol desde la terraza del Bar Tarobá (recomiendo el cocktail Guacho, a base de açai) también vale la pena.

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Cortesía: Hotel Das Cataratas, a Belmond Hotel.

Por la noche es ineludible la degustación de la alta cocina creativa brasileña en el Restaurant Y (se pronuncia “ee”). Bajo la dirección del galardonado chef Luiz Filipe Souza, el menú fusiona ingredientes y técnicas de distintas regiones de Brasil en platos sorprendentes y contemporáneos. Para la experiencia se puede optar por un menú degustación de 11 pasos o platos a la carta, y se completa con vinos finos y champagne -el maridaje con vinos brasileños es el complemento perfecto-.

El segundo día pueden tomarlo con calma, disfrutar de las instalaciones y reservar el Ritual Naipi y Tarobá en el spa, una experiencia en pareja que está inspirada justamente en la leyenda de los amantes homónimos. El ritual incluye baño de pies con ylang-ylang y un masaje con velas calientes hechas por comunidades indígenas brasileñas. Una vez terminada la experiencia pueden permanecer un rato más dentro del spa, disfrutando del sauna húmedo o de un té relajante.

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Cortesía: Hotel Das Cataratas, a Belmond Hotel.

Si aún buscan sentir más de cerca la energía de las Cataratas del Iguazú, pueden pedir en Conserjería que les organicen el cruce al lado argentino para explorar el entorno tierra adentro, o tomar el Macuco Safari, una excursión en jeep a través de la selva subtropical y navegación en bote por rápidos de los que no saldran secos. Para los más osados hay vuelo de 10 minutos en helicóptero para observar este fenómeno natural desde el cielo.

Cuándo es mejor época para viajar a Cataratas de Iguazú en pareja

De noviembre a marzo es la temporada alta por las vacaciones de verano en la región y las altas temperaturas que permiten mojerse. De marzo a junio, el clima sigue siendo agradable, llueve menos y habrá menor cantidad de turistas.

Una buena idea cuando se viaja en plan romántico es buscar una fecha con luna llena y aprovechar los recorridos nocturnos bajo su luz.