Isquia: una isla paradisíaca escondida en  Italia
Créditos: Unsplash/Nataliya Melnychuk

Los amantes del séptimo arte seguramente recordarán las pintorescas callejuelas que aparecen en la película El Talentoso Sr. Ripley», donde un estafador queda hechizado por la vida lujosa y despreocupada de Dickie Greenleaf. Aunque la historia protagonizada por Matt Damon y Jude Law es pura ficción, seguro que más de uno quedó prendado de la dolce vita de Isquia, la isla italiana donde se realizó la mayor parte del rodaje. 

Escondida tras la sombra de Capri, su hermana más famosa, Isquia posee un encanto discreto que es capaz de seducir a cualquiera. Sus colinas empinadas, casitas pintorescas y mezcla de playas de arena y piedras del tamaño de un guijarro la convierten en uno de los mejores lugares para disfrutar de los veranos italianos. La película no lo deja claro, así que solo podemos suponer que el atractivo natural de esta isla fue uno de los factores que fascinó a Tom al aterrizar en el Mediterráneo. 

Una dosis de historia y el valor del pasado

Al igual que muchas pequeñas ciudades europeas, Isquia tiene muchas huellas de un pasado tan  rico y vasto como interesante. 

El Castillo Aragonés es una de esas evidencias que forman parte de la historia de la isla. Si bien las bases de la que otrora fue una fortaleza son tan viejas como Hierón I de Siracusa (circa 308-467 a.C.), se convirtió en una de las edificaciones más fastuosas de la isla tras la remodelación realizada por pedido del rey Alfonso I de Aragón en el siglo XV d.C. Actualmente, sus objetos históricos y obras de arte de distintas épocas lo han convertido en una de las paradas turísticas más importantes.

Después de visitar el castillo, emprende tu camino hacia el norte. Puedes tomar un autobús o bien ir a pie para disfrutar de las vistas y mezclarte con los lugareños. Tras unos 35 minutos, llegarás al centro histórico de la ciudad. 

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La puesta en valor del Castillo Aragonés fue impulsada por Nicola Mattera, quien lo compró al Estado en 1912. Créditos: Pexels/Alberto Brunello

Como lo indica su nombre, el centro histórico ha existido desde hace cientos de años (específicamente desde la época griega), así que ha sido testigo de innumerables conquistas y ataques piratas. Hoy la zona está repleta de tienditas para comprar algún souvenir y restaurantes para degustar las especialidades de esta parte de Italia

Isquia puede parecer pequeña en el mapa, pero no lo es. De hecho, para ir desde el centro histórico hasta uno de sus edificios más simbólicos hay que viajar una hora hacia el lado oeste. Nos referimos a la iglesia del Soccorso de Forio.

Aunque tiene una fachada sencilla, dicha iglesia sorprende con su mezcla de estilos barroco, morisco y renacentista, su escalinata decorada con azulejos de mayólica y sus vistas hacia el Golfo de Nápoles e islas circundantes. Enclavada en una de las colinas del municipio de Forio, esta edificación es una pequeña muestra de la devoción que los lugareños sienten por la Virgen del Socorro y de la antigüedad del lugar.

La capital europea del bienestar

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El jardín botánico Giardini la Mortella también es un buen lugar para visitar en la zona de Forio. Créditos: Pexels/Alessio Fiorentino

Las aguas termales están tan profundamente arraigadas a la vida cotidiana de Isquia, que en ella hay parques enteros dedicados a sus propiedades curativas y a la experiencia revitalizante que brindan. Teniendo en cuenta este dato, no es de extrañar que esta isla Flegrea sea conocida como la capital europea del bienestar.

Una cosa que nunca cambiará en este destino es la manera en la que sus costumbres actuales se entrelazan con el pasado y las aguas termales no son la excepción. De hecho, existe una leyenda que explica su origen.

Se dice que Tifón, un monstruo con alas y cabezas de dragón a modo de dedos, fue apresado por Zeus en el monte Epomeo. Poco después, el titán se arrepintió y le pidió a Venus que intercediera por él ante el “dios supremo”. Luego se puso a llorar y esa acción conmovió tanto a Zeus, quien lo perdonó y transformó su llanto en las aguas termales.

La mayoría de las aguas termales se encuentran en el lado oeste de la isla. Esto significa que puedes ir antes o después de visitar la Iglesia del Soccorso de Forio y hacer una excursión de un día.

El Parque Termal Jardines de Poseidón (Giardini Poseidón Terme) es uno de los centros más populares, ya que cuenta con 20 piscinas “alimentadas por manantiales termales” que están a distintas temperaturas, una piscina privada, un restaurante y, por si fuera poco, una hermosa vista hacia el Mediterráneo. Otros lugares donde también es posible bañarse con estas aguas curativas son Negombo, Fonte delle Ninfe Nitrodi, Antiche Terme Belliazzi y Aphrodite Apollon Thermal Park.  

De puertos bulliciosos a tranquilidad junto al mar

La mayoría de nosotros ha fantaseado con alquilar una scooter y recorrer un pueblito o ciudad europea de punta a punta. Isquia es perfecta para ello. Desde el bullicioso puerto, el pueblo de Sant’Angelo y la playa de Citara hasta una cena a la luz de las velas en Giardino Eden, esta isla es un regalo especial para aquellos que quieren relajarse y vivir la sensación cálida y acogedora de unas vacaciones en Italia.