Majahuitas es una playa de Puerto Vallarta que por más hermosa y deslumbrante que sea, no parece ser tan conocida, por lo que quienes la descubren parecen ser realmente afortunados. Es uno de esos típicos destinos mexicanos a los que se puede ir a descansar en pareja, solo o con toda la familia.
Resguardada entre la imponente Sierra Madre y las cálidas aguas del Pacífico, esta pequeña cala ofrece una experiencia única de tranquilidad, arenas blancas y paisajes paradisíacos.
La preciosa playa tranquila a 8 horas de la CDMX perfecta para una escapada romántica
Majahuitas, la playa de Puerto Vallarta que pocos conocen
Accesible únicamente por lancha, Majahuitas se convierte en un refugio alejado del bullicio turístico, donde la naturaleza es la reina suprema. Sus aguas cristalinas de tonos esmeralda, su tremenda selva tropical y las formaciones rocosas que la rodean, crean un lienzo natural de una belleza incomparable.
Al arribar a Majahuitas, los visitantes se encontrarán con una playa de arena dorada y fina, bañada por aguas transparentes que invitan a sumergirse en ellas. La vida marina abundante y los arrecifes de coral cercanos ofrecen oportunidades únicas para practicar el snorkel o el buceo, permitiendo explorar los tesoros ocultos del fondo marino.
- Actividades acuáticas: además del snorkel y el buceo, Majahuitas es un lugar ideal para practicar kayak, paddle board y otras actividades acuáticas, aprovechando las tranquilas aguas de la bahía.
- Relajación y bronceado: para aquellos que prefieren relajarse y disfrutar del sol, la playa ofrece amplias zonas de arena donde tenderse y broncearse, rodeados de un ambiente sereno y alejado del ajetreo turístico.
- Exploración de la naturaleza: los senderos que rodean la playa permiten adentrarse en la exuberante selva tropical, descubriendo una impresionante variedad de flora y fauna autóctonas.
Tranquilidad y relajación en Majahuitas
Majahuitas es a la vez un refugio que permite a los visitantes desconectar del estrés y sumergirse en un ambiente de armonía con la naturaleza. En algunos paradores, suelen contar con servicios de todo tipo para no tener que pensar en nada. En ocasiones, algunos «spots» traen a DJ’s internacionales para que musicalicen la tarde y la noche.
A su vez, los restaurantes locales, cobijados por la sombra de las palmeras, ofrecen una rica gastronómica. Esto, con platillos bien elaborados con ingredientes frescos y locales. Por último, las áreas de descanso, decoradas con un toque bohemio y relajado, invitan a disfrutar de la brisa marina y del sonido del oleaje.
