
No importa de dónde seamos, todos conocemos al hombre de traje rojo y sonrisa amable que aparece en los escaparates de las tiendas, el cine, la televisión y hasta las galletas de jengibre una vez que empieza el mes de diciembre. ¿Quién no ha soñado alguna vez con ir hasta el Polo Norte e infiltrarse en su fábrica de juguetes o en alguna de las casas de Santa Claus? Algo así como lo que ocurre en El expreso polar (2004). O, mejor aún, ¿por qué no visitar su cabaña de madera para tomar chocolate caliente con él y la señora Claus?
Si bien existen códigos postales como «123 Elf Road» en el Polo Norte, parece que la ubicación exacta del fabricante de juguetes no es del todo clara. Aunque la dirección exacta pueda parecer un misterio, lo cierto es que existen diferentes casas de Santa Claus dispersas a lo largo y ancho del mundo. ¡Algunas de ellas incluso están abiertas todo el año!
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¿Dónde están las casas de Santa Claus más famosas?
Se dice que San Nicolás de Bari, un obispo griego que vivió en la ciudad de Myra (actual Turquía) durante el siglo IV, inspiró la imagen del hombre barbudo por ser considerado el patrón de los niños y otros grupos como los marineros. Sin embargo, el diseño de las casas de Santa Claus dista mucho de las cúpulas y motivos geométricos que caracterizan a las edificaciones del Medio Oriente. Como dije, su hogar suele ser representado como una pintoresca cabaña que está rodeada de pinos nevados.
La imagen tipo postal que acabo de describir es la que ven los visitantes de Rovaniemi a su llegada. Se trata de una pueblito finlandés, ubicado en la región de Laponia. Ha sido conocido desde hace más de 30 años como la Villa de Papá Noel. Allí se encuentran la oficina, donde suele trabajar junto a sus duendes, y su casa, cuyas fachada roja combina con el resto del asentamiento.
La plaza central está atravesada por la línea del Círculo Polar Ártico. Por ello, los viajeros pueden enviar cartas desde la oficina de correos con una estampilla especial. Otras actividades que son perfectas para toda la familia incluyen la Elf’s Hat Academy y los paseos en trineos tirados por renos. Por otro lado, no hay que perderse la inauguración oficial de la temporada navideña, que tendrá lugar el domingo tres de noviembre.

La Bahía de Spragle, en Uummannaq, Groenlandia también se jacta de ser el hogar de Papá Noel… Todo gracias a una serie de televisión danesa de los 80 titulada Elfos en Groenlandia. De acuerdo con Greenland Travel, su taller está sobre una capa de hielo interior. A pesar de ser un lugar que solo puede ser visitado mediante la imaginación, Groenlandia ofrece otras maravillas invernales. Ciudades como Ilulissat son idóneas para quienes buscan una blanca Navidad o admirar cómo los fuegos artificiales iluminan el cielo ártico en Año Nuevo.
Cada año, “Papá Noel, 1440 Drøbak” recibe alrededor de 15 mil cartas que provienen de más de 120 países. Esta tradición se remonta a 1947, cuando Noruega envió uno de sus árboles a Inglaterra para ayudar con la ambientación de Trafalgar Square en Londres. No pasó mucho tiempo antes de que cientos de personas enviaran sus escritos al ayuntamiento de Oslo. ¡Y es que ese simple hecho hizo que la gente pensara que el Señor de la Navidad estaba radicado en la tierra de los vikingos! Unas décadas más tarde, en 1989, la municipalidad designó a Drøbak como la ciudad natal de Santa Claus. Desde entonces, todas las cartas llegan a esa localidad.
Además de su historia y el sol de medianoche en verano, uno de los atractivos de Drøbak es la Casa de Navidad de Tregaarden. Inaugurada en enero de 1988, esta antigua capilla, situada en la plaza principal, es como entrar a un cuento de hadas durante todo el año. Cada rincón está decorado con luces amarillas y los estantes están repletos de personajes con sombreros rojos, esferas de colores y regalos fabricados “en el taller de Santa Claus”. Dicho espacio también es la sede de la oficina de correos.

A tres minutos a pie de la Casa de Navidad de Tregaarden, está el puerto de barcos, hogar del acuario, la escultura de las Tres Sirenas y la oficina de turismo. Esta última brinda información sobre paseos y recorridos por el fiordo de Oslo. Así mismo, sirve como punto de referencia para dar con la famosa señal de tránsito que muestra la silueta de Santa Claus cargando una bolsa. Según la página web de Visit Greater Oslo, esa imagen tan divertida está en Osloveien y ideal para un retrato familiar.
Más para descubrir
La Navidad es, sin duda, la época más mágica del año. Por eso no es de extrañar que existan otros rincones donde esa sea la festividad preferida. Tal es el caso de North Pole, Alaska, un poblado de 2.700 habitantes en donde la atmósfera festiva está presente los 365 días del año. A finales de año el número de visitantes aumenta considerablemente gracias a sus adornos brillantes y lazos de terciopelo rojo. Los puntos más frecuentados son la tienda Santa Claus House y el Winterfest & Holiday Bazaar.