Elegir dónde sentarse en un avión no es algo para tomar a la ligera. Puede hacernos disfrutar del trayecto o comenzar con el pie izquierdo aquel viaje tan esperado. Upgraded Points entendió la seriedad del asunto y realizó un estudio para determinar cuál es el mejor asiento del avión.
Para descubrirlo se entrevistó a más de tres mil viajeros frecuentes de Estados Unidos: se les mostró un mapa de asientos de un Boeing 737-800 -un avión usual para distancias intermedias- y se les pidió que indicasen dónde se sentarían.
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El top 5 se compuso por los asientos 1A, 7F, 7A, 1F Y 7C. La tendencia fue rotunda, los pasajeros prefieren las primeras filas, para no tener a nadie adelante. También son muy populares las filas 4 y 20, ya que las salidas de emergencia otorgan más espacio para estirar las piernas. Estos lugares vienen con la responsabilidad de ayudar al resto en caso de que algún incidente ocurra, pero la mayoría de los pasajeros parecen estar dispuestos a asumirla con tal de viajar un tanto más cómodos.
Las vistas le ganan a la practicidad: apenas más de dos tercios eligen sentarse pegados a la ventana, aún cuando eso significa una mayor dificultad para ir al baño. El tercio restante se compone casi exclusivamente por quienes escogen un asiento en los pasillos. No sorprende, pero casi nadie se sienta en los lugares del medio por voluntad propia.
Los encuestados también tuvieron que responder cuánto estarían dispuestos a pagar para elegir su asiento. Las respuestas variaron, pero el promedio se acercó a los 34 dólares. Más dinero y la mayoría dejaría su ubicación al azar.
