¿Una medusa con nombre de comida? Se llama «huevo frito» y está en el Mediterráneo
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Si has ido a bañarte a alguna playa mediterránea es probable que te hayas encontrado con un tipo de animal marino muy llamativo. Se trata de la medusa huevo frito (cotylorhiza tuberculata) que recibe su nombre por el enorme parecido que tiene con ese plato de comida. Aparece más frecuentemente a finales de verano y comienzos del otoño, aunque ya puede verse en algunas costas.

Es un tipo de medusa poco peligrosa para el ser humano, catalogada como poco urticante. Aún así, como con cualquier animal que está en su hábitat natural, es recomendable no tocarla. Su aspecto de huevo frito se da por su umbrela, que es la parte de arriba de las medusas, esa especie de gorro gelatinoso que tienen. En su centro suele haber una circunferencia de colores anaranjados que le da el aspecto de la yema de un huevo.

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Damocean – iStock

Por debajo, tiene un círculo de tentáculos que acaban en unas pequeñas protuberancias en forma de botón en colores blancos, azules y violeta. Al contacto con la piel, generan efectos leves y pasajeros, como irritación y ardor en la piel, fundamentalmente.

Recomendaciones ante la picadura de una medusa

Aunque las huevo frito no son peligrosas, en las playas mediterráneas hay otras especies como la medusa cruz (olindias phosphorica) o la medusa luminiscente (pelagia noctiluca) que sí que pueden generar problemas. Tras la picadura de la primera se pueden llegar a sentir mareos, dolor de cabeza o alteraciones del pulso; por lo que es recomendable acudir al médico. La segunda, además de dolor e irritación en la piel, puede causar heridas abiertas.

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Medusa luminiscente. Andreas Häuslbeltz – iStock

En la mayoría de ocasiones, las picaduras de medusa pueden resolverse con cuidados sencillos de primeros auxilios. Si en la playa en la que estás hay puesto de socorrista, es recomendable acudir para que te traten. Si no, puedes seguir pasos similares a estos:

  1. Si en la picadura queda algún tentáculo, quitarlo con una pinza fina.
  2. Remojar la piel con agua caliente hasta que disminuya el dolor (entre 20 y 45 minutos).
  3. Aplicar algún ungüento o crema con hidrocortisona.

Hay algunos remedios caseros que no tienen demostración científica de efectividad: enjuagar con orina humana, con agua limpia y fría, aplicar alcohol, frotar con una toalla o aplicar vendas de inmovilización por presión.

Si los síntomas se agravan o la persona que ha recibido la picadura comienza a padecer alguna reacción grave, hay que acudir a un centro médico.