A menudo se le atribuye a Mark Twain la frase: “desde la cúpula de San Pedro se pueden ver todos los edificios notables de Roma”. Si bien es cierto que desde allí se tiene una vista impresionante de la Città Eterna, incluyendo los jardines y palacios del Vaticano, también hay otros lugares «para visitar en Roma» que, desafortunadamente, quedan fuera de la mayoría de los eurotrips.
Más allá del dramatismo barroco de la Iglesia de San Ignacio de Loyola y de la Fontana di Trevi, Roma tiene rincones (no tan secretos) que están esperando a ser descubiertos por aquellos que quieren recorrer caminos diferentes.
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Edificios antiguos, miles de años de historia y mucha pasta. Qué visitar en Roma
Antigua farmacia de Santa María della Scala
Esta farmacia del siglo XVII es uno de esos lugares que solo descubres si hablas con las personas adecuadas o si investigas a fondo la ciudad antes de tu viaje. Ubicada en el corazón de Trastevere, cerca de la Basílica de San Pedro, es la más antigua de toda Roma y era frecuentada por miembros de la iglesia católica.
La “farmacia de los papas”, como se la conoce desde el siglo XIX, aún conserva objetos que son tan antiguos como la Galleria Borghese. De hecho, al atravesar el portal te encontrarás con la sala de ventas, que alberga las vitrinas y los muebles de madera de aquella época, así como balanzas, pastilleros, recipientes y medicinas confeccionadas por los frailes carmelitas que la regentaban hace décadas.
La mirilla de los Caballeros de Malta
Si visitas el vecindario de Aventino un domingo por la tarde, probablemente veas un grupo de personas haciendo fila frente a uno de los edificios que están en la Plaza de los Caballeros de Malta. Lo más probable es que estén esperando para ver qué hay detrás de los muros de la Villa del Priorato de Malta. Pero, ¿qué hace que ese lugar en concreto sea tan especial?
La mirilla de esa puerta verde se ha convertido en uno de los atractivos más nuevos de la ciudad porque ofrece una vista única de la Basílica de San Pedro: su cúpula enmarcada por un jardín exuberante y bien cuidado y acompañada por los paisajes de la Ciudad del Vaticano, Italia y Malta al mismo tiempo.
La Basílica de San Clemente
Esta iglesia, construida en honor al tercer papa de la historia, es única en su tipo porque tiene tres niveles que reflejan diferentes períodos de la historia romana.
El primer nivel, al nivel de la calle, está decorado con los típicos pisos cosmati y mosaicos de colores. En el segundo nivel se conservan los restos de la basílica original, que fue saqueada por los normandos en 1084 y que, posteriormente, fue sepultada para dar lugar a la nueva estructura. El tercero resguarda estancias públicas y privadas que datan del siglo IV, como viviendas y lo que se cree que era la Casa de la Moneda romana.
Via Margutta
Alejada del bullicio del centro histórico, esta calle peatonal ofrece una muestra de la auténtica historia romana y destacada por sus pintorescas casas cubiertas con hiedra.
A lo largo de su historia, fue el hogar de figuras ilustres, intelectuales y artistas de la talla de Goethe, Picasso y Federico Fellini. Hoy en día, sus galerías de arte conservan esa vena artística que brotó hace tantos años. Es el sitio ideal para tomar fotografías y hacer una parada antes o después de visitar la famosa Piazza del Popolo.
Pasta, pan y vino
Cuando se trata de gastronomía, Roma es una ciudad que no defrauda. Aunque hay muchas opciones para elegir, no puedes equivocarte con Trattoria Dal Cordaro. Este restaurante está cerca de Porta Portese y se caracteriza por respetar y preservar las tradiciones italianas. Mientras estés allí, no dejes de probar el clásico cacio e pepe o el spaghetti alla carbonara.
Si tu objetivo es probar la mayor cantidad de pastas que puedas, pero también quieres degustar otros sabores de la cocina italiana, Salumenria Roscioli es una excelente opción para ti. Muy querido en las redes sociales, este establecimiento no solo dispone de classici como la matriciana, sino también de una extensa lista de cócteles, antipasti, quesos frescos y carnes frías. ¿No suena increíble para una última noche en la Caput Mundi?
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