
Los Jardines de Aranjuez son una auténtica maravilla de la jardinería y el diseño paisajístico en España. Declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2001, estos espectaculares jardines rodean el majestuoso Palacio Real de Aranjuez y se extienden siguiendo distintos estilos y épocas.
Ubicado en la Comunidad de Madrid, el palacio que alberga estos jardines es una de las residencias más importantes de la familia real española. Así, rodeado por un entorno natural privilegiado a orillas del río Tajo, este palacio fue testigo de siglos de historia y es hogar de una rica colección de obras de arte.
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El legado de los Habsburgo en uno de los jardines de España más bellos
Fueron los monarcas de la dinastía Habsburgo quienes iniciaron la construcción de los inmensos jardines de Aranjuez para engrandecer su residencia real en el centro de la Península Ibérica. Regados por las aguas de los ríos Tajo y Jarama, estos jardines alcanzaron gran fama y renombre durante el tiempo de su reinado.
Felipe II encargó la creación del Jardín de la Isla, un soberbio ejemplo de jardín renacentista español al estilo italo-flamenco. A día de hoy, pasear por sus anchas avenidas arboladas y contemplar sus numerosas fuentes decorativas con figuras mitológicas supone un auténtico deleite.
Un paseo por los Jardines de Aranjuez supone revivir la historia de la jardinería en España a través de sus distintos estilos y tendencias:
- El Jardín de la Reina dentro del Parterre, muestra un jardín cerrado renacentista rodeado de bustos.
- Los Jardines de Isabel II tienen un toque romántico del siglo XIX.
- Fuentes como la de Hércules y Anteo o Ceres muestran el apego borbónico al mundo clásico.
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La impronta Borbónica en los Jardines de Aranjuez

Pero fueron los Borbones los que llevaron los Jardines de Aranjuez a su máximo esplendor. El Jardín del Parterre, de estilo francés renacentista, data de la época de Felipe V a principios del siglo XVIII. En el reinado de Carlos III se construyó la joya de la corona: el Gabinete de Porcelana del Palacio, una sala recubierta de arriba a abajo con exquisitas piezas de porcelana china que recrean un mundo de lujo y exotismo asiático.
Carlos IV encargó al arquitecto Juan de Villanueva la construcción del inmenso Jardín del Príncipe, un jardín paisajista de 145 hectáreas con multitud de rincones, fuentes y edificaciones para recreo de los monarcas. Destacan:
- La Fuente de Narciso y la Fuente de Apolo: impresionantes fuentes escultóricas de mármol.
- El Estanque Chinesco: un entorno idílico con arquitectura de influencias orientales.
- La Casa del Labrador: un palacete campestre de estilo neoclásico.
El Palacio Real de Aranjuez abre de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas (octubre a marzo) y de 10:00 a 19:00 horas (abril a septiembre). La entrada general cuesta 10 euros y la entrada reducida 5 euros. Se puede llegar al Palacio Real de Aranjuez en carro o tren desde Madrid (estación de Atocha) y en autobús desde Madrid (Plaza de España) o Toledo.