
Hace 22 años, Alfredo Bataller vivía junto con su familia en Argentina, siguiendo el estilo de vida y también la dieta de los argentinos: abundante en carnes rojas y lácteos. Tras padecer durante varios años problemas digestivos de distinto tipo, una consulta médica resultó en el diagnóstico de un tumor incipiente en el colon que llevó a Alfredo a explorar nuevas respuestas que complementaran aquellas que le habían brindado sus médicos. Una amistad de la familia recomendó un profesional experto en medicina integrativa, muy enfocado en la nutrición. La decisión de explorar este nuevo territorio cambiaría no solo la vida de Alfredo, sino también la de su hijo Alejandro Bataller y muchísimas otras personas.
Alejandro Bataller es uno de los hijos de Alfredo y el actual Vicepresidente de SHA Wellness Clinic y AB Living. Forma parte la historia de SHA desde sus inicios, cuando su padre, a partir de aquel encuentro epifánico que lo llevó a adoptar un nuevo estilo de vida y que hizo desaparecer por completo el diagnóstico inicial en un caso excepcional de remisión espontánea, decidió crear un proyecto que divulgara y promoviera una forma más saludable de relacionarse con el cuerpo. “Obviamente, cuando has hecho un cambio en tus hábitos, en tu estilo de vida, en tu nutrición, conectas los dos factores y te interesas más por el tema”, cuenta Alejandro y agrega: “Eso nos abrió los ojos a toda la familia. Mis hermanos y yo al principio éramos escépticos, pero después de ver los resultados nos interesamos más”. Alejandro llevaba una década padeciendo problemas de migrañas; había consultado a numerosos neurólogos y se había sometido a todo tipo de pruebas sin resultados. Tras una visita al mismo médico de su padre, cambió su alimentación y en cuestión de semanas las migrañas fueron cosa del pasado. “Sentimos que habíamos accedido a un tesoro, y queríamos compartir ese tesoro con los demás”.


¿Por qué este enfoque de la medicina no era más conocido? ¿Por qué la medicina tradicional es siempre tan reactiva? ¿Por qué espera a que se produzca la problemática? La familia Bataller se hacía una y otra vez estas preguntas. “La medicina no actúa cuando el individuo está sano para mantenerlo sano, actúa cuando el individuo ya está enfermo. El enfoque no suele estar puesto en la raíz, sino en cómo podemos solucionar la sintomatología del problema con medicación o con intervenciones”.
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Antes de desarrollar lo que se convertiría en SHA, Alfredo y sus hijos comenzaron a investigar sobre el tema, y descubrieron que a lo largo de los cinco, seis o siete años de la carrera de Medicina, solo se dedica a la nutrición el equivalente a un día, y con tendencias totalmente dispares, sin un criterio unificado. Vieron que más de la mitad de los médicos del mundo no tienen ningún tipo de formación en educación física, componente clave para mantener la salud; al igual que pasa el sueño y el descanso, otro de los pilares de la salud. Y que lo que se estudia a nivel de impacto del estrés es prácticamente nulo: sólo en el 3% de las visitas a un profesional médico se habla sobre el estrés.
Ninguno de los miembros de la familia es médico. Alfredo (padre) es economista, Alejandro es administrador de empresas, y su hermano Alfredo (hijo) es abogado. El recorrido que los llevó a la creación de SHA Wellness Clinic surgió de la pasión que sintieron por el tema: “Mi padre lo vio claramente como una señal. Esto es una misión, algo muy superior a un proyecto empresarial o profesional. Lo vimos como nuestra oportunidad de aportar un granito de arena al mundo, a uno más saludable”.
El objetivo de SHA desde el primer momento, fue crear un método más completo e integrativo, combinando el conocimiento de las terapias científicas con el conocimiento de las terapias naturales que hoy en día son llamadas alternativas, aunque en realidad son más antiguas que la medicina convencional. SHA Wellness Clinic propone un método más integrativo, híper personalizado, otro gran problema hoy en día en la medicina convencional.
“Soñamos con crear un método personalizado y enfocado en que el paciente pueda disfrutar de una salud óptima en todas las etapas de su vida. Un método de salud y bienestar, entendiendo a la salud no solo como el ‘no estar enfermo’, como la ausencia de enfermedad, sino también como un estado óptimo de agilidad mental y física que incluye la vitalidad, el peso adecuado, la prevención, la buena apariencia. Poder alcanzar y mantener nuestra mejor versión”.
En el último siglo, la esperanza de vida ha aumentado en un promedio de 40 años gracias a los avances de la medicina científica, los beneficios del mundo moderno y la higiene entre otros factores. Sin embargo, durante el último tercio de nuestra vida padecemos un estado de salud muy pobre, cuando lo cierto es que entre el 75 y el 80% de las enfermedades que nos aquejan en esa etapa de la vida son prevenibles y evitables porque, en un gran porcentaje, están relacionadas con el estilo de vida. “Las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, la diabetes, la mayor parte de los tipos de cáncer… Si le preguntas a la gente si quiere vivir 100 o 120 años, muchos te van a decir que no. ¿Por qué? Porque está pensando que a los 70-75 años van a estar con mala salud, visitando médicos todas las semanas, quejándose, dependiendo de los demás, no pudiendo viajar, no pudiendo hacer deporte. ¿Quién quiere vivir así? Eso es un martirio”, reflexiona Alejandro.
SHA Wellness Clinic, hoy en día reconocido como uno de los mejores establecimientos de salud y bienestar de lujo en el mundo, tiene como objetivo ayudar a sus visitantes y pacientes a vivir mejor y más sanos por más tiempo. Para esto, han creado un método muy completo. “En SHA tenemos en torno a mil tratamientos”, cuenta Alejandro. “Pero, ojo, no es que tú llegas y eliges cuál vas a hacer de los mil tratamientos; ese es nuestro trabajo. Hacemos un check-up, un circuito de diagnóstico y una serie de consultas con expertos que nos permiten personalizar el programa más adecuado para alcanzar tus objetivos de salud. Todo está totalmente enfocado a resultados y biomarcadores, de manera muy visual”. Un circuito de diagnóstico permite realizar en pocos minutos una suerte de check-up preventivo que brinda información sobre estrés físico, estrés mental, agilidad cognitiva, densidad ósea, porcentaje de músculo de grasa, niveles energéticos. Esa información es complementada por un test de sangre muy completo, un test genómico, un test genético y tests hormonales. A partir de esos estudios es posible desarrollar el programa personalizado.
¿El mundo va cada vez más en una dirección saludable? Alejandro advierte que las cosas no son como podrían parecer en las redes: “La verdad es que un porcentaje pequeño en la población mundial tiene esa consciencia y cada vez se cuida más. El porcentaje mayoritario consume cada vez más comida procesada, más azúcar, más fiambres, más productos cárnicos, porque todavía no llega a esa formación, a esa conciencia”. La gran mayoría de las personas que se acercan habitualmente a las instalaciones de SHA, cuenta Alejandro, ya están en este camino. Tienen el interés de vivir más y mejor, de alcanzar su mejor versión.
“Un porcentaje menor de la clientela no tiene previsto hacer un cambio en su estilo de vida, y en cambio dice: ‘Voy una vez al año, hago un detox, me quito unos kilos de encima y así sigo…‘ No es nuestro tipo de cliente favorito. Estamos enfocados sobre todo en el primer grupo. Somos prudentes al transmitir el mensaje de cómo se inició la historia de SHA; nuestro enfoque es preventivo. A veces nos contacta gente que ha recibido un susto, o que recibió el diagnóstico de una enfermedad terminal, y claro, no somos un hospital. No tenemos un enfoque curativo, paliativo, sino un enfoque preventivo, de optimización de la salud”, aclara Alejandro.
Hablando sobre su rutina diaria personal, Alejandro cuenta que tanto él como su familia creen mucho en la filosofía SHA y la aplican a sus vidas. Intenta hacer ejercicio físico a diario, en primer lugar. “Yo creo que envejecemos porque dejamos de movernos, no dejamos de movernos porque envejecemos. Entonces, creo que todas las etapas de la vida es fundamental el ejercicio, pero se vuelve todavía más importante a partir de los 40 años. Hago entre 30 y 40 minutos diarios de ejercicio, y al menos un par de días de resiliencia y musculación”. Por otra parte, intenta practicar meditación buscando un balance que está bien representado por una frase de Paramahansa Yogananda: “serenamente activo y activamente sereno”.
En cuanto a la alimentación, Alejandro consume mayormente vegetales, frutas, cereales, garbanzos, lentejas. “Como pescado, habitualmente blanco, tres o cuatro veces a la semana; aves de corral una vez a la semana. Y en cuanto a la carne roja, la recomendación es no comer más de cinco veces al mes, y yo como una o dos. Hace años que no como comida procesada ni azúcares refinados, salvo que estén en algún postre que pruebe. Tampoco compramos lácteos en casa; hoy en día tenemos un montón de sustitutivos”, cuenta, y advierte que, aunque el cambio cueste, nuestro organismo siempre se acostumbra a lo que le damos, tanto a lo bueno como a lo malo.
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SHA Wellness Clinic lleva 16 años operando en la costa mediterránea española, entre Alicante y Valencia. Se trata de una propiedad muy consolidada y reconocida a nivel global que cuenta con diferentes tipos de programas de salud personalizados y a la vez orientados a una variedad de objetivos: bienestar, gestión del estrés, rejuvenecimiento, control de peso y detox. Este año la marca desembarcó también en México, donde desarrollaron un proyecto sin precedentes con un edificio que se destaca por su arquitectura, que simula el genoma humano. Todas las habitaciones tienen vista al mar. Sobre esto, cuenta Alejandro: “Parece que estás en un crucero. Es un proyecto muy excepcional, porque se trata del primer Medical Wellness Resort que abre en un lugar tan paradisíaco como una playa caribeña, frente al segundo arrecife de coral más largo del mundo. Una combinación única, que permite que no tengas que elegir entre irte a un Health Retreat o irte de vacaciones. Yo creo que hay algunas clínicas de wellness que pueden ser efectivas pero ofrecen una experiencia un poco sacrificada, con dietas muy estrictas e instalaciones con estándares que no son de hotelería de lujo. Aquí hemos conseguido ofrecer algo realmente diferente, y eso nos permite atraer a un público más joven, con otro enfoque”. El próximo proyecto de SHA Wellness Clinic estará en los Emiratos Árabes. “Estamos construyendo el proyecto más ambicioso de wellness que exista hasta la fecha. Es la primera isla saludable del planeta, de 25 hectáreas entre Dubai y Abu Dhabi. Es una locura. Y lo abriremos en 2026”.