
Estaba en la cima de una ladera adoquinada, a unos 450 metros sobre el nivel del mar, cuando me dí cuenta de que Ravello me resultaba familiar y nuevo al mismo tiempo. Las mismas vistas a ojo de pájaro, donde la montaña se derrama sobre el mar, eran igual de impresionantes que las había experimentado durante mi primera visita a la costa de Amalfi hace 18 años. Sin embargo, desde entonces, las multitudes sin duda se habían enterado del secreto de esta ciudad.
Me dirigí desde Nápoles a Ravello en auto, junto a ciclomotores y autobuses turísticos llenos de gente. Todos ellos hacían maniobras para dejar atrás los pequeños tramos de carretera sinuosa. Una hora más tarde llegué al Palazzo Avino.
Se trata de un palacio de tonos rosados cuya magia es difícil de capturar con la cámara, aunque muchos de sus visitantes lo intentan. Un grupo pequeño, por ejemplo, eligió uno de los jardines de la terraza para su primera foto. Un dúo se dirigió hacia el restaurante al aire libre para aprovechar las envidiables vistas de la bahía de Salerno. “Tenemos que publicar esto ahora mismo”, susurró uno de ellos. El otro accedió rápidamente.
Palazzo Avino, un hotel de lujo en la costa de Amalfi

Afortunadamente, mi visita fue más que una breve parada en el promontorio donde el Palazzo Avino se alza sobre el mar Tirreno. En el siglo XII, esta propiedad fue la residencia privada de una familia noble italiana. Más tarde, fue adquirida por la familia Avino, que la inauguró como hotel en 1997. Hoy en día, las hermanas Mariella y Attilia Avino siguen al frente de notables renovaciones.
“Palazzo Avino es una casa especial y grandiosa, un viaje a nuestra historia, al profundo patrimonio de este lugar. Queremos inspirar a los huéspedes para que disfruten del estilo de vida y las tradiciones italianas, desde la comida hasta la decoración”, le dijo la co-propietaria y directora general Mariella a Travel + Leisure. Las hermanas Avino invitan a los viajeros a experimentar este hotel de lujo en la costa de Amalfi, con sus acentos moriscos, baldosas de cerámica hechas a mano y baños en tonos esmeralda.
Me dí cuenta de que también existe un compromiso inquebrantable con el color rosa, que va desde el apodo de la propiedad (“el palacio rosa de Ravello”) hasta las sombrillas y tumbonas rayadas que están junto a la piscina. “Nos encanta el color rosa, una característica de la fachada original del edificio. Es un emblema reconocible de Palazzo Avino, que captura la calidez y la belleza de la costa de Amalfi”, me explicó Attilia.
En ningún momento me cansé de los tonos melocotón ni de los toques especiales que ví dentro del Palazzo Avino. Las ventanas arqueadas me dieron la ilusión de que no había principio ni fin entre la tierra y el mar, un puñado de aceitunas y papas fritas durante la hora del aperitivo y la emoción de despertarse con un cielo brumoso de color sorbete. A continuación, comparto mi reseña completa de este hotel de lujo en la costa de Amalfi, un lugar al que es fácil llegar, pero del que es muy difícil despedirse.
¿Qué nos gustó?
- Dispone de un club de playa privado con tumbonas rosas. Su ubicación privilegiada le concede un acceso directo al mar Tirreno.
- La piscina al aire libre de 20 metros de largo está rodeada de jardines italianos bien cuidados. Los huéspedes pueden escabullirse al jacuzzi de la azotea para disfrutar de un poco más de tranquilidad y de atractivas vistas panorámicas del mar Mediterráneo.
- El único restaurante con estrella Michelin de Ravello, Rossellinis, es la joya de la corona de la propiedad y una celebración de los sabores frescos de Campania.
- En el punto más alto de la propiedad está la recientemente renovada Infinito Suite, un penthouse de dos niveles con su propio jacuzzi.
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Las habitaciones



Las 43 habitaciones, incluidas diez suites, están inspiradas en el atractivo mar que se encuentra más allá del palacio. Estos espacios están decorados con azulejos de Vietri hechos a mano, ventanas con arcos moriscos y tonos verdes. Todos estos detalles contrastan con las paredes blancas y los muebles barrocos del siglo XVIII que forman parte de este hotel de lujo en la costa de Amalfi.
Algunas suites incluyen puertas dobles en los balcones que conducen a terrazas con vistas a la bahía. Mis tardes favoritas las pasé en este espacio privado al aire libre mientras el viento, apacible y salobre, se abría paso a través de un arco de color coral. En esos momentos, siempre tenía un Aperol spritz en la mano.
En 2020, la firma de diseño de Cristina Celestino se inspiró en los majestuosos jardines italianos y en los cuentos mitológicos del mar Tirreno para reimaginar siete habitaciones, incluida la gran Suite Belvedere. ¿El resultado? Superficies con brillantes acabados de nácar, suelos de terracota blanca salpicados con puntos moca y rosa y deslumbrantes cabeceros de color aguamarina.
Este año, el artista veneciano Giuliano Dell’uva rediseñó una habitación de lujo para incluir grandes ventanales arqueados con vistas al golfo. El diseñador también renovó la Suite Infinito, de dos niveles. Esto dio como resultado una terraza privada y un jacuzzi en el punto más alto de la propiedad y estrechas ventanas en punta inspiradas en las formas de las catedrales que se encuentran a lo largo de la costa de Amalfi.
“Infinito es un espacio de luz, arquitectura, arcos y alturas”, dijo Attilia. “Dos plantas llenas de sensaciones, una habitación por descubrir, entre las bóvedas y la terraza. Es único y privado, con vistas a la costa en un lugar donde el mar y el cielo se funden, delineados por los Monti Lattari que se sumergen dramáticamente en el mar”, apuntó.
Gastronomía



Los huéspedes y visitantes de este hotel de lujo en la costa de Amalfi, pueden disfrutar del almuerzo en la terraza al aire libre de Belvedere. Allí casi todas las mesas hay un plato de pasta pomodoro y vasos de color naranja llenos de los omnipresentes spritzes italianos.
Lobster & Martini Bar, que se encuentra junto a Belvedere, también cuenta con una ubicación privilegiada. A la hora del aperitivo, la cocina sirve crustáceos y casi 100 tipos de martinis diferentes, todos ellos elaborados por uno de los mixólogos de la casa.
Rossellinis se enorgullece de ser el único restaurante galardonado con una estrella Michelin de Ravello. Este año, Dell’uva incluyó mejoras como el rediseño de una terraza, con techo retráctil y muebles de color verde oscuro. En este caso, la cena se disfruta con un vistazo a la bahía de Salerno y la música en vivo de un mandolista. Mientras tanto, el personal y un atento sommelier preparan el paladar de los comensales con bocadillos ligeros.
Una vez sentado, se te presentará un menú de aguas (sí, leíste bien) con opciones que enumeran los niveles de pH y minerales de al menos 15 marcas provenientes de distintas partes del mundo. Este hiper enfoque en la variedad y la frescura es la base de lo que el chef Giovanni Vanacore espera que los comensales recuerden. Tres menús degustación temáticos celebran la cocina regional, incluida una opción vegana con productos agrícolas. Una selección de pan es cortada directamente en la mesa. El preciado limón de Amalfi aparece en varios platos y un salmonete envuelto en tiras ultra finas de berenjena combina la generosidad de la tierra y el mar de Campania.
Actividades y experiencias

Fue difícil despegar los ojos de las vistas de los paisajes que rodean el acantilado donde está el Palazzo Avino. A pesar de ello, mi día favorito transcurrió en el Clubhouse by the Sea del hotel. Para llegar, hay que hacer un viaje en autobús de 20 minutos hasta la escarpada ladera de Marmorata. Allí donde hay tumbonas rosas justo encima de las escaleras que conducen al mar.
Este es el único club de playa privado de Ravello con acceso directo al agua, y este hotel de lujo en la costa de Amalfi ciertamente ha aprovechado ese privilegio. El año pasado, una casa de moda italiana equipó el club de playa con sombrillas y toallas rojas de Valentino. También hay una piscina y un restaurante de servicio completo (su pizza Margherita es imperdible).
Para hacer un poco de terapia de compras, The Pink Closet está lleno de zapatos brillantes de diseñadores como Giannico, vestidos con estampados vintage de Versace, artículos para el hogar de artesanos italianos y otros recuerdos. La boutique, curada por Mariella y diseñada por Celestino, extiende la inclinación del hotel por el color rosa y las experiencias únicas.
En el Caffè Dell’Arte, el bar y salón del vestíbulo con temática blanca y dorada, la exposición “Palace to Palace” destaca el trabajo de artistas femeninas emergentes de todo el mundo. Mi pieza favorita fue la atrevida pintura de una mujer sacando la lengua. Es de una de mis artistas favoritas, la pintora figurativa británica Sahara Longe. La asociación con el programa de residencia de artistas con sede en Brescia, Palazzo Monti, se ha mantenido durante cada temporada de verano y es particularmente importante para las hermanas Avino, que buscan apoyar a mujeres emprendedoras con ideas afines.
En 2025, el hotel inaugurará una escuela de cocina La Cascinetta, uno de sus jardínes adyacentes. Allí es donde está el pequeño viñedo del hotel, donde se elabora un impresionante vino blanco llamado Mar-A-Vi-glia . “Será una inmersión profunda en las tradiciones culinarias de la zona, inmerso en uno de los jardines más hermosos de Ravello”, dijo Mariella, que trabajará con el chef del hotel para crear platos inspirados en su infancia en Salerno.
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Ubicación

Lejos del tráfico y de las calles repletas de turistas de la costa de Amalfi. Así es el codiciado rincón de Palazzo Avino en Ravello. Ese es uno de los elementos claves de su atractivo.
“Ravello está situado en lo alto de la costa de Amalfi, por lo que es un destino de belleza atemporal con vistas inigualables”, afirmó Attilia. “Dado que combina historia, cultura y tranquilidad (elementos que captan la esencia de Palazzo Avino), es el entorno ideal para nuestro palacio”. La plaza principal de Ravello, repleta de tiendas de souvenirs, heladerías y restaurantes, está a pocos pasos del Palazzo. Además, está cerca de Villa Rufolo, una villa del siglo XIII con un impresionante jardín en donde cada año se celebra el festival de arte de la ciudad.
Para disfrutar de una experiencia gastronómica inolvidable fuera de la propiedad, da un paseo de cinco minutos hasta llegar a la Trattoria Da Lorenzo, un establecimiento familiar en Scala. Allí, los platos de pasta son presentados en la mesa antes de ser cocinados. También disponen de un carrito con pescado fresco del día, que puede ser preparado de muchas maneras.
Mi plato favorito de la noche fue la lubina horneada en una costra de sal. Quedé encantada con el ambiente relajado, que es posible gracias a la amabilidad de los hermanos Lorenzo y Luca. La impresionante carta de vinos con algunos de mis Barolos preferidos tampoco estuvo mal.
Accesibilidad y sustentabilidad
En el piso principal, hay una sala que cumple con la normativa ADA. Ofrece acceso a la piscina del cuarto piso gracias a un ascensor. No obstante, solo es posible acceder a la piscina principal y al spa mediante escaleras.
Este hotel de lujo en la costa de Amalfi cuenta con su propia instalación de reciclaje de agua que aprovecha las aguas grises para las fuentes y los jardines. Las duchas de bajo caudal en las habitaciones limitan el consumo de agua. Adicionalmente, no se permite el uso de plásticos de un solo uso en las habitaciones y los restaurantes.
“Creemos que el lujo y la sostenibilidad van de la mano», agregó Mariella. Luego continuó diciendo lo siguiente: «Nosotros, como proveedores de servicios de lujo, nos comprometemos a realizar prácticas comerciales justas y sostenibles que continúen desarrollando nuestra comunidad local inmediata».
Cómo aprovechar al máximo tu estancia
Palazzo Avino abre en temporada desde principios de abril hasta mediados de octubre. Las tarifas más bajas para reservar una visita suelen ser en abril y mayo. Quienes sean titulares de una tarjeta American Express Platinum pueden recibir beneficios como una mejora de categoría al llegar (sujeta a disponibilidad) y un desayuno bufé diario para dos.