Chuí, el restaurante porteño recomendado por la Guía Michelin, abre su primer oasis urbano en México
cortesía chuí

Chuí nació en plena pandemia, cuando la cuarentena de Buenos Aires comenzaba a levantarse. Y llegó en el momento ideal, con la necesidad imperiosa por los espacios verdes, el aire limpio y la tranquilidad. Tres años más tarde -con una recomendación de la Guía Michelin y otra aparición en 50Best Discovery debajo del brazo-, el equipo emprende un nuevo desafío y desembarca en la Ciudad de México.

Chuí Ciudad de México surge, al igual que la versión original argentina, de la pasión de un grupo de amigos hermanados por el buen comer: Martín Salomone, Nicolás Kasakoff, Hernán Buccino e Ivo Lepes. Los cuatro son amantes de México, por lo que no sorprende que hayan elegido este destino para su expansión latinoamericana. “Nace, sobre todas las cosas, de un deseo de relacionar dos ciudades que nos encantan, que nos inspiran, dos grandes capitales latinoamericanas. Creemos también que en el intercambio que se irá dando, ambas locaciones pueden enriquecerse mucho”, dice Ivo Lepes.

Quienes conozcan el restaurante en Buenos Aires sabrán que se trata de un espacio muy particular. Sus dueños lo llaman un “oasis urbano” y la definición no podría ser mejor. Entrar en Chuí es escapar del caos citadino sin tener que alejarse. Plantas por doquier, verde en distintos estratos y música constante forman una burbuja que cautiva a locales y viajeros. 

El concepto se traslada a CDMX, otra ciudad con mucho movimiento. Cuán similar será a su hermano porteño, aún está por verse: “Creemos que cuando los conceptos viajan hay que estar muy dispuestos a sensibilizarse a lo local. Pueden ser nuevos ingredientes que llevarán a nuevos platos. Costumbres que habilitan nuevos formatos”, comenta Ivo. “La veta social que propone Chuí Buenos Aires, lo relajado, lo inclusivo, lo divertido, seguro nos acompañe a Ciudad de México. La presencia de la música también seguirá siendo un componente importante”.

Sobre la cocina de Chuí, la Guía Michelin arranca comentando que es “un restaurante vegano/vegetariano”, pero el equipo detrás del proyecto le escapa a estos rótulos. Son verídicos, claro, pero el espíritu de la cocina está en la búsqueda de la creatividad gastronómica y no en las restricciones dietarias. El trabajo con los hongos, frutas y vegetales de estación, hierbas autóctonas: escapar de lo obvio en el país de la carne. Resultará interesante ver qué harán con la variedad inagotable del producto mexicano.