Hay celebraciones navideñas que deslumbran por su escala, y otras que conquistan por su intimidad y su estilo. En Madrid, pocas experiencias capturan tan bien ese espíritu como la Navidad en Santo Mauro, a Luxury Collection Hotel, Madrid, donde la hospitalidad palaciega se mezcla con los sabores más emblemáticos de la ciudad. Este año, el hotel refina aún más su propuesta estacional con una colaboración que une dos iconos madrileños: el palacio de Chamberí y la centenaria pastelería La Duquesita.
Desde principios de diciembre hasta el 11 de enero, los salones del hotel se llenan del inconfundible aroma a mantequilla, castaña y vainilla de Madagascar gracias al panettone artesanal de La Duquesita, considerado el mejor de España. Su versión de castaña, elaborada mediante un proceso de fermentación lenta de más de 48 horas, encuentra un marco natural perfecto en el conjunto palaciego: los Castaños de Indias centenarios que custodian el jardín del Santo Mauro, testigos silenciosos de la historia aristocrática del antiguo palacete del duque.
A este ritual sensorial se suma el roscón artesano de La Duquesita, elegido Mejor Roscón de Reyes de Madrid 2024, que podrá degustarse a partir del 22 de diciembre. Ambas propuestas se integran en la programación gastronómica diseñada por el chef Rafa Peña, que firma las cenas de Nochebuena y Nochevieja, así como el brunch del 1 de enero, en una temporada festiva que combina tradición, creatividad y una cuidada puesta en escena.
La atmósfera navideña del hotel —decoración elegante, luces sutiles, salones que invitan a ralentizar el ritmo— se convierte así en el escenario ideal para disfrutar de estos clásicos de la repostería madrileña. La Duquesita, dirigida por Oriol Balaguer desde 2015, traslada al Santo Mauro la sensibilidad artesanal que la ha convertido en un referente del buen vivir en la capital.
El resultado es una Navidad que apela tanto al gusto como a la memoria: sabores que evocan infancia, espacios que conservan la grandeza de otro tiempo y una hospitalidad que celebra la tradición sin renunciar a la sofisticación contemporánea.
Una invitación, en definitiva, a vivir la Navidad en Madrid con la elegancia discreta que caracteriza al Santo Mauro.
