
Detrás de las paredes de un aparentemente anodino edificio corporativo de Nueva York se esconde un recinto natural insospechado. El Ford Foundation Center for Social Justice guarda en su interior un alucinante jardín cubierto de exuberante vegetación subtropical.
Al cruzar el austero vestíbulo, los visitantes quedan maravillados al sumergirse en un micro paraíso selvático con decenas de especies de árboles, enredaderas y arbustos que recubren cada rincón. El sonido relajante de una fuente de agua cristalina potencia la sensación de alejarse del bullicio y estrés de la gran ciudad.
La bonita montaña a unas horas de Nueva York para ir a esquiar de noche y de día con toda la familia
Jardín del Ford Foundation Center, la reliquia natural a metros de la Grand Central Terminal que todo viajero debe conocer
El enclave boscoso de más de 5 décadas de antigüedad es paradójicamente una de las joyas arquitectónicas más desconocidas de la ciudad. Una reliquia verde casi secreta que muy pocos turistas y neoyorquinos han descubierto, a pesar de ubicarse a solo unas calles de la icónica Grand Central Terminal.

Este revolucionario concepto arquitectónico nació en la década de 1960 por un encargo del magnate Henry Ford II al prestigioso despacho Kevin Roche John Dinkeloo and Associates.
El paisajista Dan Kiley fue el genio creativo detrás del espectacular y pionero atrio ajardinado, considerado uno de los primeros jardines cubiertos de su tipo en Estados Unidos. La ciudad de Nueva York reconoció su valía patrimonial al declararlo monumento histórico oficial en 1997.
Cuándo visitar el precioso jardín del Ford Foundation Center de Nueva York
Este singular jardín secreto abre sus puertas al público de lunes a viernes en un horario de 11 a 18 horas. Los sábados solo abre ocasionalmente con alguna exposición en las galerías anexas. Se ubica estratégicamente en pleno corazón de Manhattan, en un edificio de oficinas de la calle 43 entre las avenidas Madison y Vanderbilt, a solo 2 manzanas de la icónica Grand Central Terminal.

Tras una renovación integral en 2015 con una inversión multimillonaria de 190 millones de dólares, el emblemático edificio obtuvo las más altas acreditaciones de eficiencia energética y sostenibilidad ambiental. Además, destaca su accesibilidad universal. El parque cuenta con una sección sensorial diseñada para que personas con discapacidad visual puedan apreciar las texturas, formas y aromas del jardín mediante un recorrido con señalización en braille y una guía de audio descriptiva.