El recorrido de San Fermín: por dónde pasa y cuántos metros son
Los encierros de San Fermín son el foco de las celebraciones y hay algunas advertencias para disfrutar de esta emblemática fiesta de España. (iStock)

Pamplona, ciudad conocida mundialmente por sus fiestas de San Fermín, es hogar de uno de los eventos más icónicos y emocionantes: el encierro. En este sentido, el recorrido de San Fermín, lleno de tradición y adrenalina, se lleva a cabo cada año del 6 al 14 de julio, atrayendo a miles de personas de todo el mundo.

Los participantes corren delante de los toros a lo largo de un trayecto cuidadosamente delimitado que recorre el casco antiguo de la ciudad. A pesar de su popularidad, es crucial conocer los detalles del recorrido para entender mejor los desafíos y los peligros que conlleva.

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Participantes de las fiestas de San Fermín escapando de los toros. (iStock)

Cómo es el recorrido de San Fermín

El recorrido de San Fermín comienza en la cuesta de Santo Domingo y finaliza en la plaza de toros, sumando un total de 875 metros. Este trayecto no solo es famoso por su longitud y su intensidad, sino también por los distintos tramos que lo componen, cada uno con sus características y riesgos particulares. A continuación, se describen los detalles de cada tramo del recorrido.

El recorrido de San Fermín empieza en la cuesta de Santo Domingo, extendiéndose por unos 280 metros hasta la plaza del Ayuntamiento. Este primer tramo es conocido por ser uno de los más peligrosos debido a la velocidad de los toros, que recién salidos de los corrales, corren a gran velocidad.

La parte más peligrosa es el último tramo antes de llegar a la plaza del Ayuntamiento, donde no hay refugios disponibles. En la parte baja del tramo se encuentra una hornacina con una imagen de San Fermín, a la que los corredores le cantan una plegaria minutos antes de comenzar el encierro.

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Las calles en las fiestas de San Fermín (iStock)

El segundo tramo, que se extiende desde la plaza del Ayuntamiento hasta el final de la calle Mercaderes, abarca aproximadamente 100 metros. Aquí, la carrera se ensancha, permitiendo que los toros disminuyan su velocidad. Este tramo es curvo, lo que hace que los toros se peguen a la derecha del vallado, a menudo barriendo la acera. A lo largo de Mercaderes, los corredores tienen múltiples oportunidades de buscar refugio en el vallado, que es el más largo del recorrido.

Al final de Mercaderes, el recorrido gira en un ángulo recto hacia la calle Estafeta. Este tramo es particularmente peligroso debido a la inercia de los toros, que a menudo se estrellan contra el vallado y la pared, provocando caídas. La calle Estafeta es uno de los tramos más largos, donde los toros, ya cansados, corren más lentamente. Sin embargo, el peligro persiste, ya que es común que algún toro quede suelto. Es importante realizar maniobras con cuidado para evitar accidentes y no perjudicar a otros corredores.

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La seguridad de los asistentes es la máxima prioridad durante las fiestas de San Fermín. (San Fermín Pamplona Navarra en Wikimedia Commons)

El siguiente tramo, conocido como Telefónica, es corto, con unos 90 metros de longitud. Aquí, los toros corren muy lentamente y a menudo de forma dispersa. La presencia de corredores inexpertos y los cambios de ritmo aumentan el peligro en este tramo. El recorrido gira progresivamente hacia la izquierda y desciende hacia el callejón, donde los toros suelen acelerarse.

El callejón es uno de los tramos más estrechos del recorrido, con una anchura de solo tres metros. Aquí, tanto los corredores como los toros deben pasar por un espacio reducido, lo que aumenta el riesgo de caídas y montoneras. Mantener el equilibrio es crucial, y en caso de caída, es aconsejable escapar a través de los huecos en la pared para evitar ser pisoteado. Además, es importante no entrar en la plaza justo detrás de la manada, ya que los toros pueden girarse repentinamente, atrapando a los corredores entre el toro y la puerta.

Finalmente, el recorrido de San Fermín culmina en la plaza de toros. Una vez dentro, el peligro disminuye si se sigue la norma de abrirse hacia los lados y refugiarse en la barrera. El suelo de la plaza, cubierto de albero (arena de playa), puede ser resbaladizo si no se usan calzados adecuados. Al entrar en la plaza, los toros siguen recto y es crucial permitir que los dobladores, identificados por sus camisetas verdes y capotes, guíen a los toros a los corrales sin interferencias.