
La majestuosa Catedral Nueva de Salamanca, un icono arquitectónico que ha resistido el paso del tiempo desde los siglos XVI al XVIII, siempre llama la atención de los visitantes con su imponente presencia y su rica historia. Sin embargo, entre los intrincados detalles de sus portaladas, hay uno que llama poderosamente la atención de los turistas: una pequeña escultura tallada que representa a un astronauta.
Este inusual detalle despertó la curiosidad de cientos de transeúntes y viajeros que se preguntan cómo es posible que una figura tan contemporánea se encuentre en un edificio de tal antigüedad.
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El misterio del astronauta de Salamanca
La figura del astronauta, a pesar de su conexión con el futuro y la era espacial, no es un elemento original de la construcción de la catedral. De hecho, su presencia se remonta a hace poco menos de 30 años, específicamente al año 1992. Este año marcó la celebración de la exposición «Las Edades del Hombre», un evento que conmemoró la rica herencia cultural y religiosa de la región en la que se encuentra la catedral. Durante esta exposición, se llevó a cabo una exhaustiva obra de restauración en la catedral debido al deterioro de la piedra de su portalada.
Miguel Romero, uno de los hábiles canteros que participaron en esta restauración, tuvo una idea ingeniosa para dejar su huella en el edificio: tallar una figura de astronauta. Este gesto no solo sirvió como una forma de marcar la renovación realizada en ese momento, sino que también simbolizó la conexión entre el pasado y el presente, entre la tradición y la innovación. La inclusión del astronauta como una especie de firma moderna en un edificio de tanta historia fue un acto audaz y creativo por parte de los artesanos involucrados en la restauración.
Al lado del astronauta, como un compañero inesperado, pero igualmente fascinante, se encuentra un dragón devorando dos bolas de helado. Estas figuras contemporáneas, que contrastan marcadamente con el entorno medieval de la catedral, han generado un gran interés entre los visitantes y turistas que se sorprenden al encontrar estas representaciones tan modernas en un lugar de tanta antigüedad.

La controversia de las figuras contemporáneas en la arquitectura antigua
La inclusión de figuras contemporáneas como el astronauta y el dragón en la fachada de la Catedral Nueva de Salamanca no está exenta de polémica. Mientras que algunos expertos consideran que estas representaciones alteran el sentido original de la obra y distraen del valor histórico y religioso del edificio, otros ven en ellas una oportunidad para diferenciar y marcar los trabajos realizados en diferentes épocas.
Esta divergencia de opiniones refleja el debate más amplio sobre la preservación del patrimonio arquitectónico y la incorporación de elementos contemporáneos en entornos históricos.
El caso del astronauta de Salamanca no es único en el mundo de la arquitectura antigua. Figuras similares han sido descubiertas en otros lugares emblemáticos alrededor del mundo, como los gremlins en la Capilla de Belén, una gárgola de Darth Vader en la catedral de Washington y un alien en la Abadía de Paisley.