En nuestros países podría parecer una actividad destinada para las vacaciones, pero el cuidado personal y los tratamientos relajantes no tienen temporada en Estonia. Repleto de bosques, rodeado del Mar Báltico, tranquilo: resulta el clima ideal para un pequeño retiro de descanso.
Una de las experiencias más típicas del bienestar estonio son las sesiones de sauna. Como en muchos países europeos, no es sólo una actividad de relajación, sino un espacio cultural, de intercambio con compatriotas y la naturaleza. Los locales son tan fanáticos de los saunas como los finlandeses, con quienes comparten el récord Guinness a mayor número de fotos en un sauna subidas a Facebook en una hora.
Déjate sorprender por Tallin, la Capital Verde de Europa
Estonia cuenta con más de 100000 saunas desparramados por su territorio, pero uno de los mejores sitios para disfrutar de la tradicional experiencia es Mooska, en la región de Old Võromaa. Es especialmente interesante para turistas, allí los rituales se practican de la misma manera desde hace siglos, en medio de la naturaleza.
Los rituales estonios tienen un valor histórico y cultural muy interesante. El sauna de humo, por ejemplo, fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO. En este ritual el vapor no escapa por ninguna chimenea, sino que queda dentro de la sala. Suele complementarse con inmersiones en lagos o ríos cercanos, helados, alternando entre frío y calor por el tiempo que se desee.
Para quienes ya hayan vivido los tratamientos más típicos, Estonia también ofrece algunos menos convencionales, en los que reina la creatividad. Iglupark es un buen ejemplo, sus saunas tienen forma de iglú y vistas imperdibles al mar.
12 excursiones de un día desde 12 ciudades europeas con encanto
Pero no todo es vapores, Estonia es conocida también por sus spas. Masajes, tratamientos faciales, terapias de barro y programas de salud naturista son algunos de los puntos que convocan a turistas de todo el mundo a las distintas ciudades estonias. Hay hoteles de lujo y otros más austeros, que apuntan a clientes con perfiles varios. Sin importar el estilo, la calidad de las experiencias siempre será altísima, respetando el compromiso de los estonios con la relajación y el bienestar.
