
Entre las callecitas de Florencia, a principios de la década de 1920, surgió un coctel que pronto se convertiría en un ícono mundial. La historia cuenta que el Conde Camillo Negroni, conocido por su gusto por lo sofisticado, quiso darle un giro a su trago favorito: el Americano, compuesto por Campari, vermú rojo y soda. Su pedido fue sencillo, pero revolucionario: “Hazlo más fuerte, sustituye la soda por ginebra”. El resultado fue un equilibrio perfecto entre intensidad y elegancia, un coctel que hoy lleva su nombre y sigue conquistando paladares.
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El Negroni es, en esencia, armonía pura. Ginebra, vermú rojo y Campari en partes iguales, mezclados con hielo y coronados con una rodaja de naranja que no solo decora, sino que realza sus matices cítricos y amargos. Su sabor es un baile exquisito entre lo dulce y lo amargo, lo herbal y lo alcohólico, capaz de despertar tanto al paladar curioso como al conocedor más exigente.
El paso del Negroni: un coctel cláisco que trascendió fronteras
Con los años, el Negroni trascendió fronteras. Bartenders de todo el mundo lo reinventaron, dando lugar a variaciones icónicas: el Negroni Sbagliato, con prosecco en lugar de ginebra, que aporta un toque ligero y burbujeante; o el Boulevardier, que sustituye la ginebra por bourbon, ofreciendo una experiencia más cálida y profunda. Cada versión mantiene la esencia del original, pero abre nuevas dimensiones de sabor para quienes buscan explorar.
Hoy, disfrutar un Negroni es más que beber un coctel: es sumergirse en casi un siglo de historia, sentir la elegancia de la Florencia de los años 20 y formar parte de la cultura internacional de la coctelería. Su popularidad, que creció especialmente a partir de los años 80 con el auge de los “craft cocktails”, lo ha convertido en un referente de sofisticación accesible, un ritual que celebra la pausa, el detalle y el arte del buen beber.
Ya sea en un bar elegante de Nueva York, en una terraza con vistas al Mediterráneo o en la intimidad de tu hogar, el Negroni invita a detenerse, contemplar y saborear cada sorbo como si viajaras a la Italia de antaño, donde historia y creatividad se mezclan en perfecta armonía.
No Negroni without Campari: dos recetas para preparar este emblemático coctel
Negroni Oaxaca
Ingredientes:
- 30 ml de mezcal
- 30 ml de vermú rojo (Vermouth Rosso)
- 30 ml de Campari
- Rodaja o cáscara de naranja para decorar
- Hielo
Preparación:
- En un vaso mezclador, agrega hielo junto con el mezcal, Campari y vermú rojo.
- Mezcla suavemente con una cuchara bailarina hasta que el cóctel esté bien frío y los sabores integrados.
- Cuela la mezcla en un vaso old fashioned previamente enfriado.
- Para el toque final, corta un pedazo de cáscara de naranja, exprime ligeramente sobre la bebida para liberar los aceites esenciales y colócala dentro como decoración.
Tip: Este Negroni con mezcal añade un carácter ahumado que transforma la experiencia clásica en algo intenso, elegante y profundamente mexicano.

Negroni Americano
Ingredientes:
- 30 ml de vermú rojo (Vermouth Rosso)
- 30 ml de Campari
- 30 ml de agua mineral
- Rodaja de naranja para decorar
- Hielo
Preparación:
- En un vaso old fashioned previamente enfriado, coloca hielo.
- Vierte 30 ml de vermú rojo, 30 ml de Campari y 30 ml de agua mineral directamente sobre el hielo.
- Mezcla suavemente con una cuchara bailarina para integrar los sabores.
- Decora con una rodaja de naranja, exprimiendo ligeramente sobre el coctel para liberar los aceites esenciales y realzar su aroma.
Tip: Este Negroni Americano ofrece un balance perfecto entre amargo, dulce y refrescante, ideal para disfrutar en cualquier momento del día sin perder la elegancia del clásico italiano.







