Tras una esperada transformación, el legendario enclave de Formentor, inaugurado en agosto de 2024, se prepara para un nuevo capítulo. Four Seasons Resort Mallorca at Formentor, ubicado en la península más septentrional de la isla balear, reabrirá sus puertas en marzo de 2026 con una propuesta que combina lujo discreto, bienestar holístico y un profundo respeto por su herencia natural e histórica. Este oasis frente al mar no solo recupera su antiguo esplendor, sino que lo reinventa para una nueva generación de viajeros que buscan experiencias significativas en escenarios únicos.
Un spa entre pinos centenarios y brisa marina
Más que un lugar de alojamiento, Four Seasons Resort en Formentor es un destino de retiro y bienestar. Su spa de 600 metros cuadrados, rodeado de pinares y con vistas a aguas cristalinas, ha sido diseñado como un santuario de reconexión profunda. Inspirado en la energía del Pino de Formentor, símbolo local de longevidad y fortaleza, el spa ofrece tratamientos elaborados con ingredientes autóctonos: sal marina, romero o aceites esenciales de pino.
Desde rituales faciales hasta experiencias de biohacking, sin olvidar los clásicos masajes restauradores, el menú wellness ha sido cuidadosamente creado para armonizar cuerpo y mente. El resort también ofrece clases diarias de yoga y meditación al aire libre, sesiones de barre fit y entrenamientos personalizados frente al mar, consolidando su lugar como uno de los nuevos epicentros del bienestar en el Mediterráneo.
Sabores del mundo, alma local
La propuesta gastronómica del resort abraza una filosofía de cocina de proximidad con un enfoque global y creativo. En el restaurante Shima, la cocina Nikkei —una fusión vibrante entre Perú y Japón— cobra vida a través de platos que juegan con los contrastes y la frescura del producto. Todo maridado con cócteles de autor en un entorno que mira al mar.
Para los que buscan sabores del territorio, Llum i Sal rinde homenaje a la tradición marinera con platos como la ventresca de atún rojo, navajas gratinadas y arroces para compartir, elaborados con producto fresco de pescadores locales de la bahía de Pollença.
La experiencia se completa con espacios como Mel, donde la filosofía farm-to-table guía cada plato, y Cercle, el elegante bar del hotel, punto de encuentro con vinos selectos y cócteles que reinterpretan ingredientes locales.
Pero si hay algo que eleva aún más su propuesta culinaria son sus experiencias privadas: una cena entre viñedos al atardecer, un picnic gourmet en un rincón escondido del jardín o proyecciones de cine bajo las estrellas. Cada detalle pensado para que el lujo se viva desde la intimidad y la conexión emocional con el entorno.
Historia que se siente, lujo que perdura
Inaugurado en 1929, el antiguo Hotel Formentor fue durante décadas un refugio para figuras como Grace Kelly, Charles Chaplin o Winston Churchill. Hoy, bajo el sello de Four Seasons y tras un ambicioso proceso de restauración dirigido por Estudio Lamela, este icono balear recupera su grandeza con una nueva sensibilidad hacia la sostenibilidad y la arquitectura responsable.
El proyecto, que ha obtenido la certificación LEED Gold, ha respetado la esencia original del edificio mientras lo actualiza con las comodidades y tecnología del siglo XXI. Sus 110 habitaciones y suites, todas con terrazas privadas, ofrecen vistas abiertas al mar y un diseño que evoca un glamour costero atemporal.
En sus 40 hectáreas de finca privada, los huéspedes pueden explorar senderos entre viñedos y jardines mediterráneos, conectar con la naturaleza y redescubrir la isla desde su lado más auténtico.
Incluso llegar al resort se convierte en parte del viaje: como en los años dorados de Hollywood, se podrá acceder en barco desde el cercano Puerto Pollença hasta el muelle privado del hotel, navegando entre acantilados, calas secretas y la brisa salina del norte de Mallorca.
Mirando al futuro desde el alma de la isla
El Four Seasons Resort Mallorca at Formentor no es solo un regreso, sino una reinvención. Una propuesta que honra el pasado, se alinea con las nuevas formas de viajar y celebra la belleza pausada de la isla. Su reapertura en 2026 promete más que una estancia de lujo: será una oportunidad para detener el tiempo, respirar naturaleza y reconectar con uno mismo frente a uno de los paisajes más impresionantes del Mediterráneo.
Porque hay lugares que no necesitan presentación. Solo un nuevo capítulo. Y Formentor está listo para escribir el suyo.
