Boswells, los históricos grandes almacenes familiares de Oxford con una trayectoria de 280 años, se han transformado en The Store, un elegante hotel de lujo que debutó el 14 de mayo.
Con 101 habitaciones distribuidas en siete pisos, la propiedad cuenta con dos edificios interconectados en Broad Street. Los huéspedes pueden disfrutar de una variedad de instalaciones modernas, como un spa, un bar en la azotea, un restaurante y dos bares, todos influenciados en gran medida por el rico pasado histórico y los alrededores de los edificios.
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Concebido por Reef Group y EQ Group, el diseño interior de The Store rinde homenaje a Boswells, combinando características originales con interpretaciones modernas. Por ejemplo, los tragaluces de la antigua tienda se reciclaron como suelo del restaurante. El diseño de piso abierto se divide en espacios más pequeños que evocan la sensación de una tienda departamental. El aroma característico del hotel, inspirado en el vestíbulo de la tienda original, combina notas de cuero, sándalo y almizcle. Los viajeros también encontrarán numerosas referencias locales en toda la propiedad, como diseños personalizados y muebles que reflejan la rica historia y el hermoso paisaje urbano de Oxford.
Las habitaciones son una combinación armoniosa de estética atemporal y toques atrevidos, como cabeceras de terciopelo y paredes con paneles. Además, las ventanas de gran tamaño ofrecen vistas exuberantes de la ciudad, permitiendo a los huéspedes disfrutar plenamente del hermoso paisaje urbano de Oxford.
Adam Lynk/Cortesía de The Store
En el restaurante exclusivo, Treadwell, los huéspedes pueden disfrutar de una cocina «no tradicional británica», como pollo al curry cremoso con mantequilla, acompañado de papas con chile y jugo makhani. El nombre del restaurante y su concepto gastronómico, que ofrece clásicos británicos con un toque divertido, se inspiraron en Treadwell’s Passage, una calle estrecha famosa por su reputación poco fiable, que finalmente se integró a Boswells.
El hotel alberga dos bares. Uno de ellos, situado a nivel del vestíbulo, es un espacio muy iluminado con ventanales que dan a Broad Street. El otro es una elegante terraza en la azotea, con impresionantes vistas de la ciudad y un extenso menú de cócteles artesanales que rinden homenaje al pasado del edificio, a la historia de Oxford y a sus personajes más destacados.
