A medida que el frío comienza a llegar en Europa central, Praga se transforma en un escenario de cuento. Con calles empedradas, puentes centenarios y plazas emblemáticas repletas de luces, aromas y una música que evoca el verdadero espíritu de la Navidad.
La capital checa funde la historia, la cultura y la tradición, ofreciendo a locales y visitantes un ambiente único que solo está presente en esta época del año.
Mercados navideños: un festín para los sentidos
El corazón de la Navidad en Praga lo encontramos en sus mercados tradicionales. La Plaza de la Ciudad Vieja, la Plaza Wenceslao y la Plaza de la República se llenan de puestos coloridos. Allí destacan los productos artesanos, los adornos y los dulces típicos como el trdelník – un pastel de azúcar y canela –, o los medovník – galletas de miel –.
Además de comprar regalos y recuerdos, los visitantes pueden disfrutar de talleres de manualidades, conciertos en directo y pistas de patinaje. Cada mercado tiene encanto propio. Sin embargo, todos comparten el mismo espíritu navideño cálido y acogedor.
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Tradiciones checas: costumbres que perduran
La Navidad en Praga no solo se vive en las calles, también en las casas. Las cenas tradicionales celebradas el 24 de diciembre incluyen carpa y ensalada de patata. Muchas familias decoran sus hogares con belenes y árboles de Navidad cuidadosamente adornados.
A diferencia de otros países, el regalo lo trae el Niño Jesús siguiendo la tradición local. Durante estas fechas, los checos también asisten a servicios de carácter religioso y participan en cantos navideños, manteniendo tradiciones que pasan de generación en generación.
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Paseos y experiencias: Praga iluminada
Además de los mercadillos tradicionales y sus costumbres típicas, Praga ofrece experiencias únicas en esta época del año. Un paseo nocturno por el Puente de Carlos o por las calles del casco antiguo permite disfrutar de la arquitectura iluminada y la decoración festiva.
Los conciertos de música clásica en iglesias y teatros se suman al toque cultural que enriquece Praga. Además, es posible disfrutar de recorridos en barco por el río Moldava, contemplando desde el agua los edificios históricos cubiertos de luces. Cada actividad convierte la ciudad en un lugar donde la historia y la magia navideña se funden de una manera especial.
Praga durante la Navidad es un destino que despierta todos los sentidos. Sus mercados, tradiciones y experiencias culturales se combinan para crear un ambiente único que invita a perderse entre luces y aromas.
