Soy la hija de dos amantes de la nieve polvo. Al crecer, la única comida que nos permitían llevar a las montañas eran sándwiches de mantequilla de maní y mermelada y barras de granola que, la mayoría de las veces, se desintegraban en los bolsillos antes de que pudiéramos probarlas. No voy a nombrar la marca, pero todos los esquiadores y snowboarders saben exactamente a cuáles me refiero. Por eso aproveché mi viaje a Courchevel, en los Alpes franceses, para elevar la elegancia de mi experiencia gastronómica mediante la construcción de mi propia “charcuterski”.
En 2024, esquiadores y snowboarders recurrieron a Instagram y TikTok para unirse a la microtendencia de los “charcuterski”, que combina el amor por las carnes y los quesos con las actividades invernales. La premisa es increíblemente sencilla: preparar una deliciosa tabla de charcutería y luego disfrutarla en el lugar más hermoso que puedas encontrar. El resultado es un refrigerio inolvidable.
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La charcuterski de L’Apogée Courchevel: Queso, salchichas y jamón ibérico
Cuando estuve en Courchevel, no dudé en recurrir al equipo culinario de L’Apogée Courchevel. “Tenemos la suerte de estar en una región donde la charcutería está en su mejor momento», explica Vincent Arhuro, responsable de alimentación y bebidas del hotel, a Travel + Leisure. Arhuro asegura que, para lograr una tabla atractiva, el jamón de Saboya curado durante 36 meses es “imprescindible”. En ella, “también podemos encontrar productos ahumados como las salchichas y, en Courchevel, jamón ibérico de bellota de España y jamón trufado”.
Arhuro dice que Les 3 Vallées es el lugar perfecto para disfrutar de este deleite culinario, ya que allí “la temperatura no es un problema”. Su equipo me preparó una caja pequeña con todo lo que necesitaba y lo metió en una mochila para que pudiera pedalear tranquilamente hasta la hora de la merienda.
Arhuro nos propuso acampar cerca de la pista Les Creux, que ofrece unas vistas panorámicas fantásticas. Eso fue precisamente lo que hicimos: buscamos un rincón nevado al lado del telesilla Saulire para disfrutar del sol y de las vistas.
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Cómo crear tu propia “charcuterski”
Cuando llegó el momento de disfrutar de la comida, me encontré con un artículo especial: una mini botella de Veuve Clicquot. Este detalle me permitió gozar de la mejor experiencia après-ski que he tenido en mis más de 30 años en la nieve.
Más allá de mi propia aventura, Arhuro compartió con Travel + Leisure algunas sugerencias para aquellos que quieran armar su propia charcuterski al final de una jornada llena de adrenalina. “Hay varias bebidas para elegir. La cerveza Three Vallées es una opción interesante”, afirma. “Pero, en mi opinión, un vino tinto de Saboya, como un Mondeuse Arbin cuvée Rosa de Domaine Adrien Berlioz, realzará el sabor de la charcutería”, aclara.
Lo mejor del L’Apogée Courchevel, un hotel de cinco estrellas, es que proporcionan todo lo necesario para confeccionar una “charcuterski”. No obstante, puedes vivir esta experiencia de lujo en cualquier montaña.
Todo lo que tienes que hacer es dirigirte al supermercado más cercano y comprar algunas carnes y quesos para tener como base. Los precortados y curados son más fáciles de transportar. Luego, agrega galletas saladas y frutos secos, que son ideales porque no se derraman. Cierra la experiencia con unas nueces cubiertas de chocolate o cualquier tentempié dulce. Esta es tu oportunidad de personalizarla a tu gusto.
No olvides las bebidas après-ski. Las cervezas y los cocteles en lata son una forma maravillosa de brindar por un día exitoso en las pistas. En realidad, cualquier cosa es más impresionante que cualquier barra de granola.
